El Estado venezolano, como cosa rara, estaría involucrado en el caso de corrupción de Brasil que reveló la alteración química de sus carnes (tanto de aves como de res) y su «maquillaje» para poder exportarlas: el escándalo “Carne débil”.
Venezuela fue el segundo país que más importó carne de Brasil en 2016, con 22.507.934 kilogramos. Esta actividad la sigue haciendo, según un reporte de la Cámara de Puerto Cabello, el cual detalló la llegada al país de un cargamento de pollo proveniente de la empresa brasileña salpicada BRF el pasado 20 de marzo.
Incluso, esta empresa no culminó su inscripción en el Registro Nacional de Contratistas (RNC), tal como señala una nota de Luis Alejandro Borrero, publicada en El Pitazo. Esta inscripción es esencial para que cualquier empresa realice negocios con el Estado.
El gobierno de Nicolás Maduro ha sido uno de los pocos en América Latina y el mundo que no se ha pronunciado sobre el escándalo de las carnes brasileña. Situación extraña si consideramos que tanto él como la canciller Delcy Eloína son personas muy trabajadoras y dispuestas a defender al pueblo, que pudo haber comido carne podrida por su culpa.
Redacción Maduradas
También le puede interesar: