Zair Mundaray, abogado penalista y exfiscal del Ministerio Público (MP), considera que las autoridades gubernamentales no han sido transparentes al referirse a la muerte de Juan Almeida Morgado, conocido como el hacker N33 y cercano a Tareck El Aissami desde 2012.
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Aseguró que todavía no existe información sobre el traslado del cuerpo a la morgue ni sobre quién firmó el acta de defunción que certifica la verdadera causa de muerte. Asimismo, indicó que el Estado no ha aclarado las razones por las que se encontraba en casa y no en un hospital al momento de fallecer.
“Si él tenía un médico tratante, que lo haya diagnosticado, este sería quien firma el acta de defunción; si hubiese muerto en un hospital, la responsabilidad recae en el médico de guardia. Si no hay un especialista que firme, el ente encargado sería medicina legal. Un Estado responsable, que siga el Protocolo de Minnesota de la ONU, sabe que este deceso debe investigarse como una muerte potencialmente ilícita”, explicó.
Tarek William Saab, fiscal general designado por la extinta asamblea nacional constituyente (ANC), dijo el martes 16 de mayo que Morgado, de 34 años de edad, murió en su vivienda ubicada en Palo Negro, estado Aragua, después de una complicación por una cirrosis hepática.
“Al momento de su deceso, se encontraba en su residencia luego de serle otorgada la medida”, señaló en su cuenta en la red social Twitter.
Redacción Maduradas
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