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¡AQUÍ ESTÁ! A propósito del Día del Orgullo Gay, recordamos el discurso homofóbico de Maduro

«Hay un pelucón que se la pasa pidiéndome leche, qué vergüenza… y la oposición dice que es su líder… pena ajena… mis condolencias a la oposición por ese tipo de gente», frases como esta han sido pronunciadas por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dirigidas especialmente al líder opositor y dos veces candidato presidencial, Henrique Capriles.

La reacción de Maduro se produjo luego de que el también gobernador del estado Miranda le preguntase, vía Twitter, si, tras una larga y multimillonaria gira, había conseguido normalizar la distribución de leche y otros rubros en el país, afectado por la escasez. Pues, el 23 de enero, día que en Venezuela se conmemora el inicio de la democracia, el Jefe de Estado se valió de un acto de masas en el centro de Caracas y, en cadena nacional, profirió la frase en cuestión, junto a otro puñado de comentarios, cuando menos satíricos, que provocaron pitas de entre la multitud.

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Un discurso de vieja data

No era la primera vez que Nicolás Maduro hacía comentarios de este tipo; siendo Canciller, el 12 de abril de 2012, llamó «sifrinitos mariconsones» a algunos líderes opositores que, según dijo, pretenden darle lecciones al pueblo de Venezuela. Tal sentencia, provocó una tibia reacción de la comunidad homosexual en el país: algunos pronunciamientos en contra del entonces canciller, que terminaron tras una disculpa ofrecida por él mismo en el programa «Contra Golpe», que transmitía el canal del Estado, Venezolana de Televisión, plataforma que ha servido como difusora de varios comentarios sexistas y homofóbicos.

«Han tratado de manipular… lo que dije en ese momento fue al calor de los recuerdos, y toda la pasión que se genera. Nosotros respetamos desde siempre a la comunidad diverso sexual que milita en el Partido Socialista Unido de Venezuela», dijo Maduro en un primer y torpe intento de disculpa, limitando, según sus palabras, su respeto únicamente hacia los homosexuales que simpaticen con su proyecto político. Sin embargo, luego agregó: «Si alguien de la comunidad diverso sexual se sintió agredido, yo le pido disculpas y perdón, fue una expresión que tenía otra connotación, yo jamás he sido ni seré homofóbico».

No obstante, durante la misma entrevista, el entonces ministro de Relaciones Exteriores se refirió a Henrique Capriles, como ya es constante en su discurso; empezó hablando de tolerancia a la diversidad sexual y terminó con esto: «Yo no tendría porqué meterme con la condición sexual de nadie, ni de nuestros adversarios, ni con la de Capriles, yo respeto su condición, sea la que sea», metiendo en un mismo saco, como a menudo lo hace, dos palabras: homosexualidad y Capriles.

Ante estos señalamientos, el líder opositor se ha pronunciado en al menos un par de ocasiones. Durante la campaña presidencial para las elecciones del 14 de abril de 2013, donde resultó vencedor Maduro, Capriles rechazó en rueda de prensa las «declaraciones homofóbicas» que Maduro profirió durante la inscripción de su candidatura, cuando, entre otras cosas, llamó a su esposa, Cilia Flores, al centro de la tarima y se jactó de su hombría: «Yo sí tengo mujer, a mí sí me gustan las mujeres», en un intento por compararse con su adversario político que con 41 años de edad es soltero y sin hijos.

Capriles envió entonces una palabra de respeto y consideración a la comunidad homosexual y tildó de fascistas las palabras de Maduro. Una diferencia remarcable entre ambos líderes es la forma de referirse al tema: el chavista regularmente habla de «condición sexual», con todo y la connotación negativa que tiene este término para gran parte de la comunidad gay. El opositor, en cambio, usa el vocablo «orientación», aceptado por las instancias internacionales y de derecho con incumbencia, que también permiten emplear «expresión sexual» e «identidad de género» en todos los documentos sobre el tema por tratarse de estructuras gramaticales inclusivas y respetuosas.

«El homofóbico es así»

¿Qué es la homofobia? El Diccionario de la Real Academia Española la define únicamente como la aversión obsesiva hacia las personas homosexuales. La doctora Tamara Adrián, defensora de los derechos humanos y representante de la red de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales de Venezuela (LGBTI), agrega que la homofobia en la política se basa en desacreditar al otro por el hecho de su orientación, real o percibida; y alerta sobre la peligrosidad de esta conducta.

«Trata de instaurar matrices sobre el otro que nada tienen que ver con sus capacidades, busca exponer a los señalados al desprecio, sin base en la verdad. Este accionar es típico del machismo, racismo y sexismo, son todas igualitas», explica Adrián quien advierte además que poner «esos demonios» en la mesa resulta sumamente peligroso para la sociedad: «Es el paso anterior para que se organicen mafias o mecanismos de supresión contra el ciudadano».

Al preguntarle a la abogada, que nació como Tomás Adrián y logró su reasignación de género en 2002 en Tailandia, su punto de vista sobre la homofobia o no del Jefe de Estado, dijo: «Pareciera que no tiene ni siquiera conciencia de la gravedad de lo que está diciendo, el homofóbico es así». Pero, la doctora sostiene que en Venezuela siempre ha existido homofobia de Estado, solo que ha sido acentuada en los últimos 16 años de gobierno socialista.

«Si yo fuera homosexual lo asumiría con orgullo a los cuatro vientos y amaría a quien me toque amar sin problema», repuso en 2012 durante una de sus disculpas Maduro, quien ya como Mandatario también presidió en 2013 un acto de «abrazo a los grupos sexodiversos» en Petare, donde pidió dejar de manipular sobre el tema y ondeó la bandera gay junto una decena de activistas, inscritos en la coalición pro-Gobierno «Gran Polo Patriótico».

Por encima de estas palabras saltan otras tantas del Presidente, que durante la última semana de enero se burló en varias ocasiones de la pregunta de Capriles sobre la leche. «Es un discurso homofóbico dirigido a un grupo social muy particular, de clases bajas. (Maduro) está explotando eso y es muy peligroso», apunta Adrián quien cree además que en el país se vive bajo una modalidad de desprecio total al otro, auspiciada por el Gobierno, y no solo por la orientación sexual del otro, sino por razones políticas, económicas, sociales, religiosas y étnicas.

El discurso es inaceptable para la red LGBTI

La red LGBTI, que ha repudiado el «discurso homofóbico» de Maduro y alertado sobre la «creciente homofobia gubernamental», considera inaceptable que un funcionario público se exprese en términos peyorativos, «utilizando la orientación de las personas homosexuales como arma arrojadiza para descalificar u ofender al adversario político», y pide el cese de estas prácticas.

Según la red, con este tipo de conductas a las personas homosexuales «se les deshumaniza y se les señala como menos que humanas, como parias, y por ello no es casual que sean las víctimas más frecuentes de los crímenes de odio más atroces, promovidos siempre por la más abyecta impunidad».

El Gobierno, desde su amplia trinchera, ha realizado diversos actos con presencia y promoción de la diversidad sexual. Nicolás Maduro, incluso, se ha dicho defensor de los homosexuales en algunas oportunidades, exceptuando las veces que, como él mismo dice, «al calor de los recuerdos, y toda la pasión que se genera» libera un disparo que impacta fulminantemente a la población sexo diversa del país, y a quienes sienten y apoyan sus luchas.

Información de NTN24.

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