Venezolanos que carecen de visas para ingresar a Estados Unidos han optado por utilizar una ruta peligrosa a través de la frontera sur de ese país, para la cual primero deben llegar hasta México.
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Una nota publicada por El Nuevo Herald relata la historia de una abogada venezolana, quien se identificó como María para no dar su nombre real, quien emprendió esta peligrosa travesía.
María salió de Venezuela tras negarse a cumplir órdenes del régimen de Maduro. Ella, su esposo e hija recibieron amenazas de muerte, por lo cual tuvieron que huir del país.
En la ciudad mexicana de Nuevo Laredo, tanto María como sus familiares se anotaron en una lista de las autoridades de Inmigración estadounidenses para presentar su caso de asilo.
Luego de este proceso, se fueron a un refugio que tenía un solo baño para unas 40 personas, donde durmieron en el piso en una colchoneta.
Entre otras cosas, María advirtió que la frontera está llena de traficantes de personas que se aprovechan de los migrantes que buscan cruzar.
Mientras se encontraban en Nuevo Laredo, las autoridades trasladaron a la familia del refugio a otro lugar en el puente internacional que une a esa ciudad con Laredo, Texas, donde tuvieron que dormir a la intemperie.
Debido a la travesía, la niña se enfermó y al cabo de varios días, un funcionario de inmigración de EEUU les dijo que podían entrar por un año para resolver su petición de asilo político.
“La niña se estaba poniendo azul del frío y nadie nos socorría. Luego nos separaron en una especie de celda. La niña cayó en depresión, vomitaba mucho, estresada, y en ese momento un funcionario nos dijo que nos daría el acceso a EEUU”, expresó.
María y sus familiares pudieron ingresar a EEUU y residen en Boca Raton desde el mes de julio, según añade la nota.
Redacción Maduradas con información de El Nuevo Herald
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