Uso de tarjeta implica que escasez se extenderá. Los expertos aseguran que los sistemas de racionamiento han tenido rechazo tanto en Venezuela como en otras partes del mundo.
El presidente Nicolás Maduro anunció el sábado el lanzamiento de una tarjeta de abastecimiento seguro que, según él, garantizará la satisfacción de las necesidades de la familia venezolana y acabará con los acaparadores, especuladores y bachaqueros, reseña El Nacional.
Para los expertos se trata de un instrumento de racionamiento que permitirá controlar la escasez.
“Lo que parece extraño es que con esta medida el gobierno reconoce que la escasez se va a prolongar por un tiempo más, por lo que hará falta la implementación de un sistema para ponerle orden”, dijo Henkel García, director de Econométrica.
El experto expresó que inclusive si el Sicad 2 significa para las empresas una mejora en el acceso a las divisas, los efectos en los inventarios y los anaqueles se verán dentro de dos o tres meses, período que demora el proceso de importación.
“En los próximos meses la escasez se va a complicar”, advirtió. Recordó que se realizaron dos experimentos recientes para regular el consumo, uno en Zulia y el otro en Táchira, que fueron rechazados por la población.
“El modelo económico del gobierno tiene como resultado inherente la escasez; lo que dudo es si se va a poder aplicar el sistema de racionamiento”, manifestó.
El especialista Ángel Alayón, en su artículo titulado “5 apuntes sobre el racionamiento (o la tarjeta de abastecimiento seguro)”, opina: “Formalizar un sistema de racionamiento solo puede significar una cosa: el gobierno considera que el problema de la escasez no podrá resolverse en el corto plazo”.
García recordó que la aplicación de mecanismos de racionamiento en otras partes del mundo ha traído como consecuencia resistencia por parte de la población, que puede llegar traducirse en violencia. Señala que la medida no será generalizada y se realizará poco a poco a través del sistema de distribución estatal.
El jefe del Estado indicó que se aplicarían mecanismos de incentivos para que las personas se inscriban en el sistema de la tarjeta, como “concursos públicos” en los que se distribuirán a casas, carros y motos entre quienes se hayan registrado.