Juan José Silva Ochoa, de 51 años, mantenía a su pareja de 22 años en cautiverio, con sus manos y pies encadenados a un tubo, para evitar que lo dejara.
Foto: La Prensa de Lara.
La muchacha fue encontrada con signos vitales disminuidos luego de que el sujeto, ahora apodado «el Monstruo de Quebrada Honda de Guache», la maltratara verbal y físicamente.
Silva enamoró a la joven y la sacó de un caserío en el municipio Andrés Eloy Blanco. Desde entonces su familia perdió contacto con ella, quien, en las últimas veces que habló con sus familiares, contó que su pareja era “celosa y un poco posesiva”.
Los vecinos del agresor lo describieron como una persona callada, que poco salía de su casa y que estuvo solo hasta que se trajo a la muchacha a vivir con él. Sin embargo, desde hace dos meses que dejaron de ver a la joven. Cuando le preguntaban al hombre por ella, él respondía: “Se fue para su pueblo”.
La comunidad se extrañó porque no notaron cambios de actitud en Silva: salía a trabajar como era costumbre y no se notaba deprimido por el supuesto abandono de la mujer. Pero desde hace dos semanas comenzaron a escuchar el ruido de las cadenas y un llanto desesperado, también oían al hombre hablando solo.
En pocos días llegaron familiares de la joven al pueblo y comenzaron a rondar la casa de Silva. Con ayuda de los vecinos lograron asomarse por una pequeña ventana y allí vieron a la dama encadenada. De allí acudieron al comando policial en Sanare para colocar la denuncia. Fueron seis horas de camino, por lo que el hombre tuvo tiempo de ser advertido y cuando la policía llegó ya estaba intentando huir con una maleta, pero fue detenido.
La muchacha se encontrada deshidratada, pues el hombre no le había proporcionado alimentos ni bebidas en varios días.
Redacción Maduradas con información de La Prensa de Lara.
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