En una cola para comprar alimentos en Catia, al oeste de Caracas, varios venezolanos debatieron sobre el Gobierno y su gestión. Mientras una señora aseguraba estar molesta por la terrible situación de escasez que vive el país, un señor, también en cola, la interrumpe para también fijar posición. La señora, opositora asegura: «Estamos ya obstinados ya», a lo que el señor, de clara tendencia oficialista responde: «Bueno está obstinada usted, yo no estoy obstinado, no hable por mi».
«A mi me gusta, me encanta esto, viva la revolución» aseguró el señor al canal de noticias VivoPlay, lo que desató un sinfín de criticas y denuncias de los demás compradores presentes en la cola.
¿A quién le puede remotamente gustar hacer una cola inclemente bajo el sol, por horas, para optar por su cupo de dos pollos o un jabón? Juzgue usted.
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