La crisis penitenciaria llega a todos los rincones de Venezuela, tal es el caso de la Policía de Torbes, en el estado Táchira, que desde hace seis meses tiene su celda hacinada de procesados y penados que no cuentan con las mínimas condiciones para estar ahí tanto tiempo, siendo este un lugar únicamente de retención temporal.
La Policía de Torbes tiene un calabozo de 2×2 metros donde hay 10 detenidos por diferentes delitos, entre ellos, se encuentra un hombre con una colostomía. Basta entonces decir que las condiciones no son aptas, y que es una clara violación a los Derechos Humanos. Así lo denuncia el alcalde del mencionado municipio, Alberto Maldonado, quien hizo un llamado a la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, para que gestione el traslado de esa población.
“La Policía de Torbes tiene un calabozo de 2×2 metros donde hay 10 detenidos por diferentes delitos que han sido presentados a tribunales y allí han dado la orden de traslado a varios centros penitenciarios. Pero el problema es que los centros penitenciarios no los están recibiendo. Estamos ante una violación de los derechos humanos de estos ciudadanos que están privados de libertad porque la Policía Municipal de Torbes no tiene ni cuenta con las condiciones para brindarles la seguridad, la tranquilidad y los derechos humanos que requieren estas personas”, dijo Maldonado.
Explicó que ni siquiera tienen un baño para uso único de los detenidos y tampoco ventilación.
“Necesitamos que el presidente del Circuito Judicial Penal del Táchira y el fiscal superior del estado se aboquen a esto. Pero más allá, que la defensora del pueblo les restablezcan los derechos fundamentales a estos ciudadanos, pues les están siendo lesionados. Hay uno que tiene una colostomía y eso hace que sufra más porque no cuenta con las condiciones para recuperarse. Hay que hacer el llamado a la ministra Iris Varela para que autorice el ingreso de estos detenidos a los centros penitenciarios”, agregó el alcalde.
Aseguró que los tribunales han dado órdenes de trasladar detenidos a cárceles de Barinas y de Mérida, adonde los han llevado pero al llegar son rechazados y deben regresarlos al calabozo de la comisaría en Torbes.
Con información de El Nacional.