«No hay pan por falta de harina» se lee en un letrero a mano, en la entrada de una panadería en los Robles, Porlamar, ubicada en el estado Nueva Esparta. Esta es la realidad de distintas panaderías en la isla que han llevado a limitar la venta del aclamado producto entre 2 y 4 unidades por persona para lograr atender a la mayor cantidad de clientes.
Francisco López, cliente del local, se quejaba de que tendría que dar vueltas para conseguir pan que llevar a su casa. “Es que ni de perro caliente ni de hamburguesa hay”, se lamentó.
“Regresaba del trabajo y me acerqué a una panadería en la avenida 4 de Mayo para comprar el pan de la cena, ¡pero que va! No más me vendieron dos canillitas. Imagínese que en mi casa somos seis personas. Eso no nos alcanza. ¿Y con qué ánimo después del día de trabajo me pongo a hacer cola en otra panadería? ¿Para dos pancitos más?, se quejó Tibisay Marcano, habitante de El Poblado en Porlamar.
En un recorrido por varias panaderías de tres diferentes comunidades de la isla se constató la escasez de pan y la falta derivados de la harina de trigo. Los consumidores deben comprar sólo dos unidades, máximo cuatro, y en algunos casos resignarse a regresar con las manos vacías.
Panaderías sin pan por falta de harina.
Retraso de envío
El encargado de la panadería y pastelería La Gran Esquina en la 4 de Mayo, Johan Salazar, indicó que trabajan sin reducción de horarios. “Pero para producir solo contamos con lo que tenemos en el almacén desde antes de diciembre”. Destacó que este año no han podido reponer el inventario.
Explica que los proveedores le han informado que esta semana los molinos reanudarían las actividades y que pronto se restablecerá el despacho de harina de trigo.
En Delicateses Di Pascuale, ubicada en Porlamar, el encargado Antonio Santana dijo que la causa del problema está en las fallas en el transporte de la harina desde tierra firme.
“Las fallas vienen desde hace tiempo pero, además, durante las temporadas vacacionales las empresas de ferry dejan de cargar los camiones con insumos para transportar más turistas”, explicó.
En su expendio solo vende cuatro piezas de pan canilla por persona, además que redujo la producción de tortas y postres para aprovechar el poco inventario de harina con el que cuenta para producir pan.
Pero no solo las panaderías se ven afectadas por la desaparición de la harina: en las calles del estado hay más 1.200 carretas de perros calientes y hamburguesas que tampoco han logrado adquirir el insumo.
“Eso sin contar los locales y restaurantes donde también ofrecen comida rápida, que han visto mermadas sus ventas por la falta de pan”, señaló Al Montes, propietario de un puesto ambulante de comida.
La Cifra
450 y 650 bolívares es el precio del saco de harina de trigo en el mercado negro.
Con información de: El Nacional.