El exjuez español Baltazar Garzón, quien aseguran que en un momento de 2012 asumió la defensa de Diego Salazar (primo de Rafael Ramírez) para recuperar los fondos depositados en la Banca Privada de Andorra, expresó que Venezuela tiene actualmente un grave problema de violación a los derechos humanos, a la vez que avaló el hecho de que Felipe González, expresidente del Gobierno español, participe en la defensa de Leopoldo López y Antonio Ledezma.
“En Venezuela hay un grave problema de derechos humanos, sin lugar a dudas, lo estamos viendo en el día a día”, afirmó durante la presentación en Madrid de su último libro: “El Fango. Cuarenta años de corrupción en España”.
Conocido paladín de los derechos humanos, Garzón, que ahora dirige un bufete de abogados en Madrid, se hizo mundialmente famoso por la detención del dictador chileno Augusto Pinochet en 1998 en Londres.
“Garantizar los principios fundamentales de un Estado de derecho, los derechos humanos, la declaración universal en toda su extensión es algo obligatorio para cualquier sistema de gobierno”, afirmó.
“No puedo decir una cosa para Venezuela y otra cosa para Siria”, subrayó. “Me da igual el sitio donde se produzca el quebrantamiento del derecho fundamental, debe ser investigada la infracción y sancionada”, agregó.
El socialista y abogado Felipe González, que gobernó España entre 1982 y 1996, anunció que se hará cargo de su defensa, lo que le valió duras críticas del presidente venezolano Nicolás Maduro.
“Si se trata de defender los derechos de ciudadanos que consideran que están siendo violentados, el derecho de defensa impone esa asistencia y si Felipe Gonzalez (…) ha sido contratado para esto me parece respetable y bien”, afirmó Garzón.
A veces “parece que hay personas que no tienen que tener esa defensa, eso es inaceptable”, añadió.
Negó por su parte haber defendido, como informó el martes el diario conservador español ABC, al magnate venezolano Diego Salazar ante el bloqueo por la justicia de Andorra, un exparaíso fiscal en la frontera entre España y Francia, de 200 millones de dólares a su nombre que finalmente fueron liberados considerando que tenía un origen lícito.
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