En medio de una coyuntura cada vez más amplia del aparato político, social y económico venezolano, el oficialismo se prepara para asumir unas elecciones parlamentarias, midiéndose en un proceso de primarias crucial para el partido en el poder.
El presidente de la República, y también presidente del Psuv, Nicolás Maduro, había declarado el año pasado que la mitad de los candidatos a las parlamentarias por la tolda roja debían ser mujeres y jóvenes, una campaña que se reforzó con la muerte de Robert Serra, “el joven mártir”, el 1° de octubre de 2014.
Casualmente, Tibisay Lucena, rectora del Consejo Nacional Electoral, informó la noche del jueves que como nueva normativa el 40% de los candidatos a las parlamentarias deben ser mujeres, una estocada baja para la oposición, que con 17 mujeres elegidas- luego de un proceso de primarias y consensos- comienza a tambalearse en su pretensión de lograr una mayoría definitiva en la Asamblea.
Esta decisión fue aplaudida por los candidatos a las primarias de la tolda roja por los “avances en la equidad de género” que representa.
MUJERES Y JÓVENES SOSTIENEN LA BANDERA DE LA REVOLUCIÓN
Si algo ha hecho bien el partido en el poder es llegar al corazón de los electores y efectivamente lo ha hecho a través de las mujeres premiándolas con misiones, hogares “dignos”, y pare de contar. Pero, ¿podrá esta estrategia más que el descontento nacional?
Por otra parte, los jóvenes que no pertenecieron a la casi satanizada cuarta República hablan de los tiempos de AD y Copei en el poder como si, efectivamente, hubieran vivido años de historia. Ya es común ver en pantalla nacional a escolares hablando de política y de cómo la revolución ha traído bienestar al pueblo venezolano, aun cuando solo conocieron los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
En una entrevista realizada el viernes en el programa El Desayuno, que transmite el canal del Estado, Jacob Grey, Ángel Aljorna y Daniel Aponte, jóvenes militantes del Psuv, destacaron que las elecciones primarias son una oportunidad más para reivindicar el ideario político que dejó sembrado en la juventud Hugo Chávez, y para continuar “la batalla dentro de la Asamblea Nacional, y seguir impulsando las leyes que dignifican a la población venezolana”.
La apuesta de estos jóvenes para las primarias es la profundización del “legado socialista”, que hoy está en los ojos del mundo por casos de corrupción, violación a los Derechos Humanos, censura y una crisis económica nunca antes vista en quince años.
Las Unidades de Batalla Bolívar Chávez (Ubch), la Juventud del Psuv, los Consejos Estudiantiles, las Madres de la Patria… todo parece ser una estrategia muy bien pensada para llegar a este punto con una propuesta humana bien conformada que busca sostener en el poder a un movimiento izquierdista que pudiera estar en decadencia, incluso, en parte de América Latina.
LOS CANDIDATOS
Cantantes, modelos, deportistas, presentadores y políticos tradicionales, forman parte de la fórmula que presentará el Psuv en estos comicios.
“Nuestra querida Patria atraviesa momentos cruciales que exigen profundizar la revolución en aras de acelerar la transición al estado socialista a través del Plan de la Patria, principal legado del Comandante Hugo Chávez”, eso es lo que opina el diputado de la tolda roja, Ramón Lobo, quién, al igual que la oposición, llamó a sus filas a la unidad, pero para “mantener una Asamblea Nacional roja rojita”.
Según Elías Jaua, ministro venezolano de las Comunas y Movimientos Sociales, en estas primarias se elegirán a 110 candidatos. Por otra parte, el voto lista en algunos circuitos será acordado, no solo con los partidos del Gran Polo Patriótico, sino también con los movimientos sociales.
En la región capital (Distrito Capital, Vargas y Miranda) hay 195 candidatos y se votará para que 26 (18 nominales y 12 lista) vayan a la contienda electoral final. 99 son mujeres, 104 jóvenes y 96 hombres.
En total son 1.152 precandidatos a diputados que se medirán en las primarias de la organización política y en la lista se pueden contabilizar alrededor de 600 mujeres postuladas.
En abril, desde la sede del CNE en Caracas, Jorge Rodríguez, alcalde del municipio Libertador, explicó que la postulación de 1.152 nombres “es un evento inédito en la historia de Venezuela”, pues nunca antes una organización política en el país había realizado 13.682 asambleas en todo el país.
Según reseña la Agencia Venezolana de Noticias, en las asambleas participaron aproximadamente un millón de personas, que postularon más de 54.000 aspirantes, de los cuales resultaron 9.056 nombres definitivos.
De acuerdo con Rodríguez, el procedimiento de postulación del partido socialista “es la expresión propia de la venezolanidad, porque están incluidos todos y cada uno de los actores de la vida social de Venezuela”.
Sin embargo, el Gobierno nacional no se desprende de sus caras comunes y de su costumbre de hacer una suerte de ‘rencuache’ entre su círculo de poder.
En la región capital el más votado en las postulaciones fue el presidente de la Comisión Presidencial para la Transformación de las Policías, Freddy Bernal, seguido por el diputado Eduardo Piñate y la actual ministra de comunicación Jacqueline Faría.
Hay casos de cambio de estado como el de la diputada Blanca Eekhout, que fue electa en 2010 por el estado Portuguesa y ahora irá por Guarenas-Guatire, en Miranda, según reseña el diario 2001.
Destaca AP que uno de los precandidatos es el general retirado Hugo Carvajal, exjefe de inteligencia militar y exdiplomático, quien el año pasado fue detenido temporalmente en Aruba por solicitud del gobierno estadounidense que lo acusa de entregar armas a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y ayudarlas a traficar cocaína.
PODER, ¿EN DECLIVE?
En estos quince años de gobierno “izquierdista” ha sido recurrente el agravio- merecido o no- del Gobierno hacia las figuras opositoras y, en ocasiones, sus argumentos lo han llevado a convencer a una considerable mayoría de que su permanencia en el poder es lo mejor y más oportuno. Sin embargo, hoy el escenario es otro.
En los últimos años y en particular en los últimos meses, capitalizar el descontento nacional ha sido una tarea cuesta arriba para el Gobierno.
Con la tasa de inflación más grande del mundo, ineficiencia en el abastecimiento oportuno de bienes y alimentos básicos, una inseguridad incontrolable, desconfianza en las instituciones y un deterioro significativo de la calidad de vida, el oficialismo se prepara para una nueva carrera en la que no parece ser suficiente el lema de la soberanía nacional para conservar el poder.
En las últimas elecciones presidenciales la ventaja del oficialismo ante el candidato opositor Henrique Capriles Radonsky no alcanzó el 2% y ese escenario pudiera replicarse, pero esta vez en beneficio contrario.
Dice Moisés Naím en su libro El Fin del Poder que “el poder se les está yendo de las manos a los autócratas y los regímenes políticos de partidos únicos”, pero también a quienes “gobiernan en democracias maduras e institucionalizadas”.
Explica que el poder está “escapando de los partidos políticos grandes y tradicionales y fluyendo hacia otros más pequeños con nichos más focalizados y agendas más específicas”. Aun cuando el Psuv es un partido joven, ¿pudiera esta teoría ser aplicable en Venezuela?
LA TAREA “ROJA ROJITA”
Está hoy en manos del oficialismo presentar una propuesta que reviva la llama de los chavistas decepcionados y de los “ni-ni” que aplauden los principios de soberanía nacional, pero critican las malas gestiones del gobierno de Nicolás Maduro.
Los índices de participación que arrojen los comicios internos del Partido Socialista Unido de Venezuela serán claves para despejar el camino hacia las elecciones del 6 de diciembre, en momentos en que la popularidad del Gobierno se hunde según las encuestas.
Está en manos del Psuv conservar una mayoría en la Asamblea con propuestas más convincentes que “sembrar acetaminofén” para combatir la escasez.
Aún con la zancadilla que representa para la oposición integrar a su lista un 40% de nombres femeninos, es un reto aún mayor para el oficialismo contener el descontento popular que se ha incrementado en lo que va de año, producto de una aparente incapacidad para combatir el fantasma de “la guerra económica”, porque como dice Naím “el poder ya no es lo que era”.
Con información de Sumarium.