José Suárez Núñez en su portal PetroFinanzas describe que la industria petrolera descuidó sus operaciones y se dedicó a invertir en negocios no petroleros, y malas transacciones con amigos que sólo ocasionan pérdidas. Dinero que necesita Pdvsa, los dirigió a subsidiar 28 empresas no petroleras.
Un informe financiero internacional revela que 7 empresas petroleras internacionales están ahogadas de deudas, porque necesitan que el precio del barril suba de 111 dólares a 126 dólares y el precio promedio está en 91 dólares.
Hay un estudio independiente sobre las industrias petroleras estatales mundiales, y la necesidad de supervivencia de sus países, en relación al precio del petróleo, que va a tener mucha relación con Venezuela y sus dirigentes, que con un negocio tan productivo, que produce beneficios importantes a más de 800 compañías privadas relacionadas con los hidrocarburos alrededor del mundo, aquí no alcanza para empezar.
Igual puede relacionarse con las transnacionales que adquieren los hidrocarburos a los precios que fijan los productores. El estudio y análisis financiero se titula “Opep breakeven oil prices” e hizo el ejercicio con 12 países de la Opep.
Fijaron un precio promedio de 91.20 dólares el barril que es el más aceptado por la mayoría de los países, porque se trata de productores tradicionalmente con producción a precios bajos, dentro de la comunidad petrolera.
En la relación con los precios actuales de un mercado de frágil demanda y exceso de oferta sólo pueden resistir cinco países sin dificultades, Kuwait necesita 50 dólares para equilibrar su presupuesto, Qatar 53 dólares, Emiratos Arabes Unidos 90 dólares, Arabia Saudita 92 dólares y Angola a 94 dólares.
Pero tienen dificultades o van a tener dificultades en su presupuesto, porque gastan o dilapidan más de lo que ingresan los siguientes:
Libia necesita que el precio del barril de petróleo se venda a 111 dólares para equilibrar su presupuesto, Irak 116 dólares, Argelia 119 dólares, Ecuador 122 dólares, Nigeria 124 dólares, Irán 126 dólares y Venezuela 117 dólares, porque de lo contrario los libros no cuadran.
En el caso venezolano desde hace muchos años se advierte, que el precio del petróleo no es la clave de las dificultades, sino la administración de esos ingresos. El juego de mentir a la opinión pública de fijar para el presupuesto, la mitad del precio real del barril de petróleo, tiene varias lecturas. La primera es que si el precio del barril es 100 dólares, sólo calculan 50 dólares, y los restantes 50 dólares los manejan directamente sin darle cuenta al ciudadano.
Una mala costumbre heredada de la cuarta república, que por supuesto era más discreta, con diferenciales de 3,4, 5 y hasta 10 dólares, pero la quinta república desde el primer presupuesto separó las distancias.
Antes le decían tímidamente “ingresos extraordinarios” y se sabía quién los recibía. Actualmente tiene más distancia y categoría y va a determinados Fondos.
En el fondo hay dos problemas, el primero es que hay menos ingresos y el segundo gastan igual o más dinero, que el que ingresaba, ya que la industria petrolera estatal no es un negocio comercial, con “debe y haber” para cuadrar los libros con ingresos y egresos. En la práctica es una pila de agua bendita de las que hay en las iglesias, donde uno mete la mano, toca el agua y se santigua.
Pdvsa en 1976 cuando se nacionalizó, fue la única empresa de la Opep que al otro día era manejada por nacionales, pero las grandes cifras de sus pobres resultados son acusaciones directas a su mala administración y de inexplicables contrastes. La empresa ha duplicado la nómina y ha descendido la producción de crudos, en medio de escasez y de recesión mundial regala petróleo a sus amigos, o hacen el cuento chino de trueques. Importamos gasolinas por fallas técnicas y regalamos combustible de calefacción a los trabajadores que tienen los más altos salarios en el mundo.
Abundan a diarios los accidentes por falta de eficiencia, proliferan los malos negocios. Si se dedicara únicamente a buscar petróleo, refinarlo y comercializarlo, tendría más dinero para entregarle al Estado, y no ejercitar las continuas jugarretas de emisiones financieras y los fantasiosos planes irreales, de no querer aceptar que se quedaron atrás.
Por ahí corría un humor popular ante las adversidades que decían “los anaqueles de los mercados estaban vacíos, pero tenemos patria”. Algunos ahora repiten “perdimos Pdvsa, pero tenemos otras 28 empresas”. Claro no explican, que están quebradas.
Las otras 28 empresas de Pdvsa que sobreviven los días 15 y 30
Empresa Nacional de Tubos (Enatur), Empresa Nacional de Válvulas, Empresa Nacional de Estructuras Metálicas, Reciclaje Cuba Venezuela (Recuven), Industria China Venezolana de Taladros.
Construpatria, Fábrica de Bloques, Tejas y Ladrillos, Pdvsa Asfalto, Plantas Móviles de Venezuela (PMV), Pilotes y Losas Bicentenario, Mineria Industrial de Agregados Vargas (MinaVargas), Planta Productora de Asfalto, Concreto y Agregados (Paca), Complejo Industrial Maderero Libertadores de América (Cimla).
Diques y Astilleros Industriales, Astilleros de Maracaibo y del Caribe, Aceites Solventes Venezolanos (Vassa), Venezolana Socialista de Plásticos (Vensoplast), Unidad de Energía Renovable Venezuela (Unerven), Vietven Iluminaciones, Empresa Nacional de Textiles y Calzado (Enatexca), Guardian del Alba, Parque Industrial de Gas Natural Vehicular (Pignv).
Corporación Venezolana de Minería (CMV), Loma de Niquel, Empresa Nacional Aurífera, CarboZulia, Productora de Bauxita Sinterizada (Probasin), Empresa Nacional Salinera (Enasal).
Para el Gobierno esto se identifica como seis grupos industriales, 28 empresas y 118 unidades productoras, que no compiten ni tienen los primeros lugares en el desarrollo de negocios y beneficios, aunque tienen privilegios de mercados dependientes y obtención de divisas.