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¡CRECE EL DESESPERO! Maduro estaría buscando un conflicto que lo salve de las parlamentarias

La tensión en Venezuela crece cada día. Ya sea por las acusaciones por parte de estados Unidos a altos mandos del chavismo, por la crisis económica o por los conflictos territoriales con con Guyana, lo cierto es que el régimen de Nicolás Maduro atraviesa una dura situación, que según expertos podría utilizarse para interferir con las futuras elecciones Parlamentarias.

A día de hoy, ha escalado la tensión con Guyana así como con Colombia justo en el momento en el que se han convocado elecciones para el 6 de diciembre. Algunos analistas ven esas tensiones como una puerta abierta para alterar el curso de esos comicios.

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El pasado 6 de marzo de 2015, la compañía petrolera Exxon Mobil inició operaciones de exploración y extracción de crudo en el Campo Stabroek, zona del Esequibo que Venezuela reclama como parte de su territorio.

Carlos Alberto Montaner sostiene que “los chavistas saben que la causa del Esequibo es muy popular en toda la población, chavistas y antichavistas, especialmente ahora que Exxon Mobil ha encontrado una notable cantidad de petróleo en la zona marítima que le corresponde al Esequibo. El cálculo es que una operación militar para “recuperar” el Esequibo duraría una semana y despertaría el fervor nacionalista de los venezolanos, revitalizaría la maltrecha figura de Maduro, le devolvería el prestigio a las desacreditadas fuerzas armadas y crearía una atmósfera de “periodo de guerra” en la que se justificarían las carencias y el desastre económico”.

En plena crisis política y económica un conflicto internacional sirve como distractor y tiene un efecto cohesionador para el país. Y ese ingrediente está servido en estos momentos entre Venezuela y Guayana. Además, el chavismo ha estado basado históricamente en ideas nacionalistas y no solo de la izquierda clásica de los 60 y 70. En ese contexto es en el que se entienden conflictos como el que mantuvo con la Colombia de Álvaro Uribe y que llevó a ambos países al borde de la guerra en 2008.

En este momento, el problema que reaparece es con Guyana, país con el que mantiene conflictos limítrofes. Hugo Chávez enterró las disputas territoriales ya que el Gobierno del país vecino era aliado político del chavismo. Ahora, sobre el histórico conflicto territorial que existe entre Venezuela y Guyana (Venezuela reclama como propia la extensión conocida como Guayana Esequiba o Territorio del Esequibo, una superficie de 159.542 kilómetros cuadrados, equivalente a 74,2 por ciento de los 214.970 kilómetros cuadrados actualmente bajo soberanía guyanesa) se ha sumado un incidente.

El Gobierno de Maduro aprobó el decreto 1.787, publicado el 27 de mayo, mediante el cual Venezuela creó cuatro Zonas de Defensa Integral Marítima e Insulares, una de las cuales, llamada Fachada Atlántica, comprende las “áreas marinas y submarinas de la zona en reclamación”. En una declaración de su cancillería, Guyana afirmó que el decreto 1.787 es “agresivo e ilegal” y representa una “flagrante violación del derecho internacional”, y advirtió que “cualquier intento” de aplicarlo “será vigorosamente resistido”.

Venezuela sostiene, por su parte, que el pronunciamiento guyanés “constituye una provocación y atenta contra la diplomacia bolivariana de paz”, y consideró “inadmisible que el nuevo Gobierno de Guyana asuma esta posición con un territorio que está sujeto a controversia”.

Al tema de Guyana se ha unido la tensión colombo-venezolana. Colombia exigió a Venezuela una pronta respuesta formal a la nota de protesta, enviada la semana pasada a Caracas, por fijar unilateralmente límites marítimos entre ambos países en un área en disputa en el Mar Caribe.

Las delimitaciones establecidas por Caracas comprenden aguas del Golfo de Venezuela -al que Colombia denomina Golfo de Coquivacoa-, en la región de La Guajira, zona por la cual ambos países fronterizos enfrentan desde hace décadas un diferendo por límites marítimos.

La canciller colombiana, María Ángela Holguín, había llamado a “la rectificación del decreto” que fijó “unilateralmente” los límites: “Quisiéramos que fuera una respuesta pronta, en donde queden claro las coordenadas que se han utilizado para dicho decreto”.

Como señala la revista Semana, “dirigentes políticos colombianos, incluso de oposición, han coincidido que la decisión del presidente Nicolás Maduro puede ser una cortina de humo para tapar la difícil situación que atraviesa Venezuela y su baja popularidad, recurriendo a la estrategia del nacionalismo que ha sido utilizada, en el pasado por otros mandatarios con difíciles situaciones internas. Sin embargo, el decreto estaría más motivado en los hallazgos petroleros de la empresa Exxon en las aguas en litigio con Guyana, por lo que al decretar las Zodimain hacia el Atlántico, debía trazarlas también hacia el occidente. De hecho, los medios de comunicación venezolanos poca trascendencia le han dado a la reacción colombiana”.

Parece muy improbable que todo esto degenere en un conflicto. Lo que sí va a ocurrir, y de hecho ya está pasando, es que el régimen lo utilice con objetivos electorales para movilizar votos a su favor y lanzar acusaciones a la oposición.

Así, por ejemplo, Nicolás Maduro no ha dudado en vincular, a raíz de las tensiones con Guayana, a la clase alta local con los intereses de EEUU y las multinacionales:

“Siempre el imperio británico y después todos los imperios, y ahora la Exxon Mobil, han querido controlar la salida del Orinoco nuestro. Y es como si quisieran controlarnos el corazón, el espinazo, el centro del cuerpo nacional y siempre tuvieron la complicidad de las oligarquías que traicionaron a Bolívar y no supieron defender a la Patria, al pueblo, con una diplomacia de paz y respeto, como debe ser”.

Con información de El Venezolano News.

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