Un equipo de investigadores de la Universidad de Florida desarrolló una vacuna de ARN mensajero (ARNm) para combatir el glioblastoma, el tipo de tumor cerebral más agresivo y letal. En un estudio clínico pionero, la vacuna demostró su capacidad para potenciar la respuesta del sistema inmunitario en cuatro pacientes adultos, con resultados comparables a los obtenidos en un grupo de 10 perros que padecían tumores cerebrales naturales.
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Los resultados, publicados en la revista Cell, abren nuevas posibilidades para el tratamiento de cánceres resistentes a las terapias convencionales. Esta vacuna utiliza tecnología ARNm y nanopartículas lipídicas, similares a las empleadas en las vacunas contra el COVID-19, pero con dos diferencias clave: utiliza células tumorales del propio paciente para crear una vacuna personalizada y cuenta con un complejo mecanismo de entrega.
El glioblastoma es uno de los cánceres más devastadores, con una supervivencia media de alrededor de 15 meses. El tratamiento estándar actual incluye cirugía, radiación y quimioterapia. Esta innovadora vacuna ahora se probará en un ensayo clínico de fase 1 en pacientes pediátricos con cáncer cerebral.
«En lugar de inyectar partículas individuales, estamos inyectando agrupaciones de partículas que se envuelven entre sí como capas de cebolla, como una bolsa llena de cebollas,” explicó el doctor Elias Sayour, oncólogo pediátrico de UF Health y autor principal, que ha desarrollado la nueva vacuna que, como otras inmunoterapias, intenta educar al sistema inmunológico para que reconozca al tumor como extraño.
Uno de los aspectos más destacados del estudio fue la rápida respuesta inmunitaria observada en los pacientes tratados, administrando la vacuna por vía intravenosa.
Estos hallazgos son el resultado de más de siete años de investigación, que comenzó con estudios preclínicos en ratones y se amplió a un ensayo clínico con 10 perros que desarrollaron espontáneamente tumores cerebrales y carecían de otras opciones de tratamiento. Este ensayo se realizó en colaboración con la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Florida.
Los perros, al desarrollar tumores cerebrales espontáneos, proporcionaron un modelo natural para estudiar el glioblastoma maligno. Después de los prometedores resultados en perros, el equipo avanzó a un ensayo clínico en humanos, diseñado para garantizar la seguridad y la factibilidad del tratamiento antes de expandirse a estudios más amplios.
En este ensayo clínico, se extrajo ARN de los tumores de cada paciente, se amplificó y se envolvió en nanopartículas lipídicas para simular la apariencia de un virus peligroso ante el sistema inmunitario. La vacuna fue diseñada de forma personalizada para aprovechar al máximo las características únicas del sistema inmunitario de cada paciente.
Redacción Maduradas con información de Web Consultas
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