El Observatorio Venezolano de la Prisiones (OVP), presentó a finales del mes de agosto su informe semestral en la que plasmaron la situación carcelaria en el país. Venezuela cuenta con 12 Centros Penitenciarios, 15 Internados Judiciales, 15 Anexos femeninos, 1 Penitenciaría General, 2 Comunidades Penitenciarias, 1 Cárcel de Mujeres (Inof), 4 Colonias agrícolas y el Centro Penitenciario de la Región Andina (Cepra). La capacidad instalada de todos los recintos penitenciarios es de 19.000 personas y actualmente habitan en total de 55.007 privados de libertad, el 6% de esta cifra son féminas, mientras que el 94% son caballeros. Existe una sobrepoblación de 36.007 personas, que resulta en un exorbitante hacinamiento del 190%. Todo esto causado por el retardo procesal y el retraso en las necesarias reformas al Código Orgánico Procesal Penal, pues el hecho de impulsar los planes como: “Cayapa”, “Cambote”, “Llegó la chamba” y “Maíta” que buscaban acelerar los procesos judiciales y dignificar la convivencia en los centros carcelarios no ha dado soluciones a los problemas estructurales del sistema penitenciario.
Otra razón es la poca construcción de nuevos centros de reclusión pese a que el presupuesto del Ministerio de Asuntos Penitenciarios para el año 2013 fue de 1.646.902.023,00 Bs y se le aprobaron créditos adicionales por 1.756.229.716,83 Bs. Por último el uso excesivo de la prisión como sanción casi exclusiva para corregir un hecho punible.
OVP alertó sobre el estado de salud de la población carcelaria, donde existen altos índices deenfermedades dermatológicas, gastrointestinales y respiratorias; todas “asociadas a las pésimas condiciones de reclusión caracterizadas por: hacinamiento, insalubridad, falta de agua potable, medios insuficientes para el aseo personal y alimentación inadecuada.”
Denuncian que el derecho a la salud no está garantizado porque no existe atención médica las 24 horas, los recintos no cuentan con el personal, ni con los insumos para atender emergencias, el Estado no ofrece tratamiento médico a los internos que lo requieren; estos son cubiertos únicamente por sus familiares.
En el primer semestre del 2014 murieron 7 internos por complicaciones asociadas a las enfermedades oportunistas que atacan cuando el sistema inmunológico es vulnerable en las etapas avanzadas del VIH-Sida.
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