Muchos manifestantes que permanecen detenidos deben celebrar este día del padre sin el calor de sus hijos. Así es el caso del coordinador nacional de Jóvenes Venezolanos, Gerardo Carrero, quien fue detenido desde el 8 de mayo, tras el desmantelamiento de los campamentos apostados ante la ONU.
Carrero es activista político (no partidista). Actualmente preso político, que enfrenta la embestida judicial del régimen de Nicolás Maduro. Entre los delitos que se le acusan se encuentran: Agavillamiento, incitación a la desobediencia de las leyes, obstrucción a la vía pública y tráfico en menor cuantía de drogas. Este último delito que se le acusa, contrario a sus patrones comprobables de conducta del este joven padre y estudiante venezolano de certificada sensibilidad social, con altos principios y valores patrios, como muchos jóvenes venezolanos detenidos por la tiranía madurista, reseñó el portal de callesinretorno.blogspot.com.
Lea a continuación la carta:
Confieso lo difícil que se me hace escribir en este momento donde solo pienso en mis dos pequeños hijos y en este día del padre que estaré sin verlos, porque el poder de quienes quieren callar la verdad pretende silenciar mi grito libertario que es por ellos, por nuestro futuro y por el despertar de la Conciencia Nacional.
Me mantienen detenido por razones que no puedo reconocer. Yo soy un venezolano que ha ejercido su derecho a la protesta pacífica y se me acusa de delitos contrarios a mi conducta. Mis padres me criaron para amar a mi país y la libertad. Yo no soy un delincuente! Soy un hijo de esta patria y un disidente consciente que no renunciará a darle a mis hijos un país verdaderamente soberano, sin sumisión a ningún régimen, con oportunidad de progreso, donde los gobernantes sean ciudadanos eficientes, respetuosos de los derechos humanos y verdaderos demócratas.
Un día partí de mi Táchira como perseguido, por levantar mi voz para construir un mejor país, y prometiéndole a mi familia que tendrán la Venezuela que merecen. Hoy estoy entre rejas, pero más libre que muchos que están en las calles, en silencio ante la ineptitud, la corrupción y la tiranía.
A mis hermanos que están en las calles sin callar ante este régimen, a los dignos jóvenes venezolanos que enseñan a Vencer el Miedo a la represión, les encomiendo a mi hijo Gerardo Enrique de 5 años y a Santiago Ernesto de 2 añitos. Sigan dándoles el ejemplo que como papá les quiero mantener, se los imploro desde el precio de creer que en Resistencia y de manera pacífica, pudo llegar la reflexión para el despertar de la conciencia ciudadana, impidiendo que perdamos definitivamente nuestro país, en manos de los apátridas que no aceptan las diferencias ni gobiernan para todos con igualdad de condiciones.
Mi único delito es no callar ante una dictadura, y esto solo es delito para el dictador que tiene sometido a los poderes públicos, y amedrenta a los administradores de justicia, creyendo que con encarcelarnos, apresa nuestras ideas, y lo que hace por torpe es reconocer su tiranía.
A mi padre y mis hijos los abrazo con fuerza desde mi fe, convencido que será el único Día del Padre lejos de ellos. LOS AMO, FAMILIA! Y los encomiendo a mis hermanos de lucha, a mi familia de Jóvenes Venezolanos, que se están con todos nosotros y no nos dejarán solos.
A los padres e hijos que estamos detenidos, mi oración por fortaleza, hermanos! Seremos bienaventurados y saciados de nuestra hambre y sed de justicia, en el nombre de Dios, verdadero Supremo de Venezuela.