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¡DESNUDANDO AL RÉGIMEN! «3 mentiras sobre el aumento de la gasolina» por: David Morán

“Existe un rezago en el precio de la gasolina, ya que una botella de agua cuesta tres veces más que llenar un tanque completo de 50 litros para un vehículo (…)” dijo el jueves Nicolás Maduro anunciando un “debate” sobre el precio de la gasolina cuando en realidad ya es una decisión tomada. Lo que queda por decidir es el monto del aumento, su modalidad y el momento.

Gasolina

Es cierto que la gasolina tiene un precio en Venezuela muy inferior a la media internacional. Ese es un lado de la moneda. Pero por el otro tenemos que en Venezuela el pésimo manejo de la economía por parte del gobierno causa una inflación mucho más alta a la media mundial. De hecho, tiene la inflación promedio más alta de país alguno en los últimos cinco años.

El inviable modelo comunista ha emprobrecido al venezolano de tal manera, que lo inhabilita para proveerse de bienes y servicios por sus propios medios. El modelo ha convertido a la sociedad venezolana en cada vez más dependiente del Estado y éste con cada vez menor capacidad para satisfacer necesidades. Hoy el grueso de los venezolanos no puede adquirir o alquilar una vivienda, adquirir un vehículo, abastecerse de una canasta alimentaria completa, tener un empleo formal, ahorrar en términos reales (incluso en nominales). Una de las pocas cosas que puede adquirir el venezolano es precisamente, gasolina.

La mentira como política de Estado

Apenas unos meses atrás, específicamente el 6 de enero de este año, Maduro afirmaba “Los que están diciendo que el aumento de la gasolina viene como medida fiscalista es falso, primero no viene así y segundo no necesitamos de ese aumento para cubrir los gastos de este año en la inversión para aumentar salarios y pensiones”.

Ayer lo justificaba como ”Propongo que todo el dinero que venga (del aumento) vaya a un Fondo Social centrado en el país y en sus necesidades”, señaló. La distribución será la siguiente: 20% para la Gran Misión Vivienda Venezuela, 20% para becas del sistema universitario, otro 20% para la Misión el Amor Mayor, otro para Patria Segura y un último 20% para vialidad y servicios”

En apenas siete meses meses la justificación del aumento dió un giro de 180 grados. Pero sólo ante la opinión pública

Nicolás Maduro al poner en la opinión pública el aumento de la gasolina en forma de “debate” lo que busca es precisamente desgastarla. Es un táctica muy común en los sistemas de propaganda totalitarios. Maduro disecciona el tema de la gasolina de la economía en general. Lo aísla de manera de engañar a ingenuos. El precio de la gasolina en el país tiene impactos macroeconómicos y microeconómicos muy claros. Es mentira que sólo sirva para “generar ganancias de entre 40 mil millones y 100 mil millones de bolívares” como afirmara ayer Maduro. Esa cuenta asilada no refleja la contabilidad del pretendido aumento en todos los sectores nacionales y mucho menos en la economía de los hogares.

Lo cierto es que el gobierno de Venezuela presenta una déficit fiscal descomunal, que algunos especialistas ubican sobre el 20% del PIB y un déficit en la balanza de pagos de 18.000 millones de dólares. Sobre este “twin déficit”, que es el centro del desastre económico que vivimos, Maduro no pronunció ni una palabra. Sin actuar sobre ellos el aumento de la gasolina sólo impulsará aún más la inflación, sobre todo porque Venezuela es un país energizado en torno a los combustibles, con mínima estructura de transporte público y de transporte masivo de productos y mercancías.

Las tres mentiras del aumento (entre otras):

El oficialismo y opositores justifican el aumento de la gasolina sobre tres mentiras comunes.

1. Pdvsa pierde dinero vendiendo la gasolina a esos precios. Según la contabilidad de la empresa, eso podría ser cierto, o en todo caso es una verdad a medias. El tamaño de la nómina de Pdvsa, sus actividades asociadas, la carga financiera que le impone el gobierno central, entre muchas otras, desvirtúan la contabilidad de Pdvsa, que ya no es la de una empresa comercial, sino propiamente la del fisco nacional. Tanto Pdvsa como el gobierno demolieron los mecanismos de rendición de cuentas transparentes de esa empresa. El verdadero costo de producción de un barril de gasolina es un valor que el gobierno no está dispuesto a auditar. No lo ha hecho en años.

2. El aumento del precio de la gasolina ayudará a las finanzas de Pdvsa. Una mentira enorme. Ya Maduro lo expresó claramente, ese dinero que pagará el pueblo no irá a Pdvsa sino a un fondo que Maduro manejará directamente. Tal como sucedió con el Fonden, terminará aniquilado en la opacidad, en más burocracia y en corrupción.

3. ”Esta sería una fórmula justa (el aumento) de equilibrar el costo de los combustibles” (Maduro dixit). Por el contrario. Despojar a Pdvsa del los ingresos del aumento de los combustibles en el mercado interno le pone aún más presiones en su caja de efectivo. Si Pdvsa pierde vendiendo gasolina en el mercado interno, pierde mucho más vendiendo petróleo a descuento y con financiamiento a largo plazo, como son los caso de Cuba y Petrocaribe. Y esa es una decisión política del gobierno: Ajustarle al pueblo de Venezuela para no ajustarle el precio y las condiciones de los subsidios en petróleo que reciben los países de su esfera geopolítica. Sin detallar el costo en su caja de cargar con la hipoteca de los barriles de petróleo que se entregan a China por el repago de los créditos recibidos por el gobierno en el Fondo Chino.

Debatir el precio interno de la gasolina implica mucho más que propagar acuerdos sobre tres mentiras o más. Significa entender que la gerencia roja de Pdvsa ha destruido la capacidad de refinación del país, que hoy no supera el 60% de su capacidad instalada. Que hoy se tienen que importar miles de barriles diarios de gasolina que antes se producían en el país, sí como muchos componente que eran de producción nacional.

Economistas, tal vez ingenuos, también señalan que el aumento de la gasolina serviría para “racionalizar” el consumo interno. En Venezuela, y muchos estudios lo respaldan, la demanda de gasolina es inelástica. El transporte público o comercial masivo (trenes, barcos, etc) es pésimo. Una racionalización en el consumo interno llevaría años bajo un plan bien estructurado.

Otros alegan la lucha contra el contrabando de extracción. Si bien el diferencial de precio es un aliciente para ello, también es cierto que esos barriles de gasolina no caminan solos. Que se mueven por medio de una telaraña corrupta donde participan empleados de Pdvsa y la Guardia Nacional.

En lo particular, invito a debatir, ya sea el precio de la gasolina o el de las cabillas que produce Sidor a pérdida desde una perspectiva más amplia:

¿Es beneficioso para la sociedad que un gobierno con un descomunal déficit fiscal pretenda colocar sobre el bolsillo del pueblo el costo del ajuste de la gasolina mientras él no toma medida alguna por reducirlo?

¿Es este un aumento por una vez o las condiciones que prevalecen en la economía demandarán un nuevo ajuste?

Si el aumento no va para Pdvsa y ésta seguirá subsidiando el petróleo a Cuba y Petrocaribe, y además el consumo interno no bajará y la inflación crecerá, ¿En qué nos beneficiará este aumento?

Hay mucho que hacer antes, sobre cosas más grandes e importantes, para que este pretendido aumento nos beneficie a todos.

P.D. ¿Cómo creo que ocurrirán las cosas? El debate para desgastar, el aumento, no mucho, para enmascarar. ¿Enmascarar qué? El racionamiento amplio de la gasolina y otros combustibles. Con ello se liberan de importar unos cuántos miles de barriles que no pueden producir en las refinerías nacionales. Varios millardos de dólares que necesitan con desesperación. Así estará la caja de Pdvsa. Venezuela sigue oliendo a default.

Por: David Morán Bohórquez / La Patilla

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