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¡DIRECTO A NICOLÁS! «Soy chavista y con Chávez murió la revolución. Lo de hoy es un disfraz»

El 24 de octubre de 2014 en un salón de clase de Macarao, en Caracas, Fanny Molina perdió cualquier esperanza en el gobierno de Nicolás Maduro. Era viernes, pasadas las 2:00 de la tarde, y una preocupación llevó a la abogada de 57 años de edad a colarse en un encuentro que sostenía el presidente con un grupo de madres de la Misión Hogares de la Patria.

«Yo tengo una gran inquietud, le he escrito por Twitter y le he mandado cartas. Soy abogada egresada de la Misión Sucre y, de verdad, siento mucho dolor como mujer y como venezolana. Me siento frustrada porque no he podido conseguir empleo; donde voy me cierran las puertas por mi edad», resumió Molina cuando Maduro le dio la palabra luego de que ella le hiciera señas durante minutos.

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«No te puedes sentir frustrada porque uno tiene que hacerse camino al andar», respondió el jefe del Estado. «Tenemos que ir a la búsqueda del mundo, el comandante Chávez te dio una mano; pon tú la otra».

Molina todavía recuerda el momento con claridad. Luego de que el propio Maduro le aseguró que la ayudaría y de que sus asistentes recogieron su información, han pasado casi cinco meses y sigue sin trabajo. «Fue grosero, arrogante y altivo. Le falta humildad», lamenta la graduada en 2011 de Misión Sucre con un título avalado por la Universidad Bolivariana.

El contrapunteo se prolongó durante minutos y Maduro se refirió al caso en el resto del acto en Macarao. «Fanny tocó un techo y se quedó esperando en el techo a que viniera el helicóptero a ayudarla, y el helicóptero no ha llegado», afirmó el mandatario.

«Yo solo pedí ayuda para encontrar un empleo. Soy chavista, pero creo que con Chávez se murió la revolución. Lo de hoy es un disfraz», piensa Molina, uno de los miles de venezolanos que se han venido alejando del oficialismo desde que Maduro asumió la presidencia. La última encuesta de Datanálisis proyecta que solo 22% de la población aprueba su gestión.

Como en el caso de la abogada, la situación económica se ha transformado en el detonador del descontento. Para 58% la inflación, la escasez o el desempleo son hoy el principal problema del país.

Una salida. Fanny Molina es pesimista frente al momento que atraviesa el país y lamenta que no surja un nuevo liderazgo, del chavismo o de la oposición, que pueda mejorar la situación.

«En las elecciones no hay alternativa realmente. En este momento preferiría votar por María Bolívar (ex candidata presidencial zuliana) antes que por la oposición o por Maduro. No hay por quien votar, es una tristeza», expresa la abogada desempleada.

Keller, de Keller y Asociados, considera que posiciones como las de Fanny Molina son normales.

«Estos procesos funcionan por etapas. Cuando están desencantados, los chavistas duros se transforman primero en blandos y luego pasan a ser independientes. Después prefieren no votar; es muy raro alguien que decida saltar a la oposición directamente», explica.

Para tratar de frenar esa evolución entre los descontentos, Maduro se apoya en las misiones y programas sociales del gobierno. En los primeros 11 meses de su segundo año, ha hablado de este asunto en 55,3% de las veces que a aparece en televisión; a la vez, ha participado en 18 entregas de vivienda y ha inaugurado 59 obras en actos televisados.

Para justificar el papel de su gobierno ante la crisis económica, se apuntala en la denuncia de una supuesta guerra económica, de la cual ha hablado desde febrero en al menos la mitad de los días que ha salido en televisión.

Sin embargo, pocos le creen el mensaje. Según cifras de Datanálisis, 58% piensa que es mentira. Por su parte, los números de Keller y Asociados señalan que solo 20% da credibilidad a los anuncios del presidente en general, y 80% lo responsabiliza por este problema en particular, según Delphos. Esto parece demostrar que la «guerra económica» es un tema que solo funciona con su base fuerte.

«Hasta 2013 fuimos felices, iba a cualquier mercado y compraba lo que quería. Ahora, en cambio, tengo que hacer hasta trueques para conseguir papel tualé. No busco a alguien que cambie el país, pero al menos que pueda mejorarlo», señala la abogada. A 140 días de su encuentro con Nicolás Maduro, Molina sigue frustrada.

Fuente: El Nacional.

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