El gobierno nacional pretende controlar al venezolano en distintos aspectos, incluyendo la alimentación, aprovechándose del hambre que hoy reina en el país. La pírrica bolsa CLAP con alimentos es distribuida cada seis semanas, pero en muchas zonas llegan con retraso o simplemente nunca llegan. Pese a la molestia que esto pueda ocasionar, los vecinos han sido amenazados con no protestar o de hacerlo podrían recibir castigos ya advertidos, que incluyen hasta cárcel.
Composición Maduradas / Créditos: Canal de Noticias.
Vecinos de tres sectores de la parroquia Catia La Mar, en el estado Vargas, denunciaron las amenazas de la jefa civil de esa parroquia, Náyades Pérez, quién a través de una nota de voz enviada en un grupo de whatsapp amenazó con detención y castigo a los vecinos que cierren la calles en protesta por el retraso en la venta de las bolsas de comida a través de los Clap o se quejen del precio de las mismas.
“El audio lo recibimos el viernes. Ya ese día el ambiente estaba caldeado porque había un peloteo con lo de la bolsa. Que sí era hoy o era mañana. Ella envió ese audio a un grupo de whatsapp que tiene con los coordinadores de los Clap de Catia La Mar, que son chavistas, y estos a su vez nos lo enviaron a los consejos comunales, pero en lugar de miedo lo que nos dio fue mucha rabia, porque uno no está protestando por tonterías, ese es tu derecho. Ellos quieren tenerlo a uno como un muñeco de cera, que no hable ni se queje. La cárcel debe ser para los malandros, no para quién reclama sus derechos”, argumentó Linda Domínguez, vecina de los Bloques de la urbanización Páez.
En el audio, la funcionaria asegura que a los vecinos “problemáticos”, si trancan calles, «les sale Macuto y Caraballeda“, en clara alusión a los dos retenes penales que existen en esas dos parroquias del litoral central.
Otra de las advertencias de la jefa civil gira en torno a la queja por el contenido de la bolsa y su costo.
“Lo que pasa es que hay veces que uno no tiene la plata completa. Por lo menos esta bolsa que vendieron el fin de semana vino en Bs. 8.300, porque los productos son marca Polar o importados. Yo prefiero que me vendan mi arroz y mi pasta a precio regulado”, agregó Mercedes Liendo, que reside en el barrio Ezequiel Zamora.
“Cada vez el chantaje es peor. Te exigen obediencia al proceso, te dicen que no puedes hablar mal ni de Carneiro, ni de Maduro. Te dicen que no te puedes quejar o trancar la calle porque entonces la comida menos va a llegar. Nos ponen como malagradecidos, y yo me pregunto, ¿qué tengo que agradecer? ¿una bolsa con pocos productos, con el contenido y el precio que el gobierno quiere? Eso no puede ser. Cuando recibí ese audio de mi coordinadora de Clap me provocó no buscar nada, pero la necesidad obliga”, dijo Pedro Lugo, de la prolongación Soublette.
El Pitazo contactó a la jefa civil de Catia La Mar, Náyades Pérez, para confirmar la veracidad del audio y preguntar sobre las razones para el mismo. La funcionaria se negó a dar información y sólo advirtió que “mandó muchas notas de voz, porque llevar la comida al pueblo no es tarea fácil”.
Con información de El Pitazo.