Entre abril y septiembre de 2013, Nicolás Maduro apareció un promedio de una hora y 40 minutos diarios a través de Venezolana de Televisión, mientras que dirigentes de la oposición «han tenido exposición casi nula», estos datos fueron ofrecidos por la ONG Monitoreo Ciudadano, en su informe «Monopolización de Medios».
Estas alocuciones presidenciales generan un alto costo para el Estado; desde el año 2012, el Gobierno ha incrementado cuatro veces el gasto de la nación en publicidad y propagandas oficiales, estimándose entonces un aproximado de $97 millones de dólares para 2015.
“La dirección del Estado para el funcionamiento de los medios de comunicación social limita la posibilidad de contar con medios públicos plurales, representativos de todos los actores y sectores sociales, atentando contra la libertad de expresión y contra la democracia al impedir que las personas puedan conocer la realidad desde distintos puntos de vista”, concluye el informe.
Las leyes venezolanas no limitan la transmisión de cadenas de radio y televisión, sin embargo, sí prohíben la utilización de recursos del Estado para promover una determinada ideología; la ONG informó que el Presidente Nicolás Maduro utilizó un total de 343 horas transmitiendo alocuciones de manera obligatoria, entre 2013 y 2014.
Mariana Bacalao, experta en opinión pública, afirmó que “silenciar las voces disidentes y todo aquello que cuestione al Gobierno es parte de la estrategia comunicacional utilizada por el régimen de Maduro”.
A su juicio, la criminalización de periodistas y la compra-venta forzosa de medios independientes ha lesionado el derecho constitucional a la información de los ciudadanos, quienes deben apelar a las redes sociales y al periodismo ciudadano para informarse.
La ministra de Comunicación e Información, Jacqueline Faria, defendió la gestión comunicacional del Gobierno el pasado 21 de abril, diciendo que en los medios privados, “prefieren hablar de noticias malas, y si no las hay, las inventan”.
“Hacemos un grandísimo esfuerzo por comunicar todo lo que se hace en revolución (…) que deberían salir reflejadas en todos los medios”, añadió.
Actualmente, varios diarios “críticos” atraviesan momentos difíciles, ya sea por la falta de papel periódico, o por los constantes ataques por parte del Gobierno Nacional.
Con información de 2001.