El banco HSBC descarta que el gobierno realice una unificación cambiaria. Pronostica que antes del cierre del año el sistema de adjudicación de divisas será con un tipo de cambio dual. El primero a través del Centro Nacional de Comercio Exterior a una tasa de 15 bolívares por dólar, y el segundo por el Sicad II a 60 bolívares por dólar.
De esta manera, el Sicad I quedaría eliminado y la devaluación que se llevaría a cabo en el Cencoex sería de 138%, mientras que en el Sicad II sería de 20%. También sostiene que la demanda de divisas no satisfecha por el mercado oficial “continuará siendo atendida por el mercado negro”.
El informe de la institución financiera muestra una revisión de sus previsiones y establece que para el cierre de 2014 la inflación llegará a 65% y para 2015 los precios se elevarían 76,8%. “En nuestro escenario base esta estrategia permitiría a Venezuela maniobrar hasta 2015, pero a un costo muy significativo en lo que a inflación se refiere”.
Advierte que las tensiones dentro de la sociedad venezolana no pueden ser descartadas. “La dinámica social puede convertirse en algo impredecible”, y añade que la reacción política “para el rápido deterioro económico ha sido muy lenta”.
Asegura que los funcionarios probablemente diseñen una combinación de medidas que por un lado moderen el recorte de subsidios, incremento de precios para bienes regulados y devaluación y, por el otro lado, fortalezcan los controles. El propósito sería disminuir las distorsiones pero sin eliminarlas completamente por el costo político que representan. “Creemos que aunque el gobierno no lleva a cabo ningún tipo de ajuste, la inacción puede profundizar la crisis económica”. Aseveran que es poco probable que el “entrampamiento político” que tiene el gobierno desaparezca con soluciones “híbridas” como el tipo de cambio dual.
El HSBC indica que no pueden descartar el escenario en el cual el gobierno decida apoyarse aún más en los controles y las políticas socialistas. “En ese caso se debe esperar una expansión del deterioro de las condiciones macroeconómicas”.
Sobre la posible venta de Citgo, el informe señala que los ingresos podrían permitir algo más de recursos que aliviaría las restricciones fiscales, pero sería contraproducente desde el punto de vista de las perspectivas de la industria petrolera venezolana.