Además de los cuernos de chivo, los cárteles de droga mexicanos utilizan los secretos de la santería para tratar de evadir la justicia, hacer prósperos negocios y eliminar a sus contrincantes.
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Son cada vez más los capos mexicanos que no son conforman con rezarle únicamente a Jesús Malverde (santo de los narcotraficantes), sino que lo peligroso han adoptado otro “guardianes”, uno de ellos la Santa Muerte.
A esta figura se le rinden honores para que los ayude a escapar de las manos de la ley y los proteja de los cárteles enemigos, es decir, «cierra los caminos a posibles venganzas y ejecuciones entre bandas contrarias», reseña Infobae.
Entre los ritos que practican para su propia protección se encuentra el Rayamiento, que consiste en que un santero presente al narco con un santo para que lo conozca y atienda sus peticiones.
Otro de los ritos es la la presentación de la prenda, la misma se realiza con una ropa de la persona que desea la protección, y se le ofrece al santo de su devoción para retirarle enfermedades, hechizos, malas vibras y brujerías.
Rituales crueles de iniciación
En el año 2014 se dio a conocer que el grupo delictivo Los Caballeros Templarios extraía órganos de sus víctimas como ritual de iniciación de sus nuevos integrantes.
Testimonios revelaron que las ceremonias estaban encabezadas por el fallecido Nazario Moreno, “El Chayo o El Más Loco”, fundador del cártel.
Estos rituales eran convocados en horas de la noche en algún lugar seguro para la organización. Las llamaban “cenas”, aunque estaban muy lejos de ser un encuentro normal.
Otro caso, aún más cruel, es el de la Familia Michoacana, cuyos aspirantes debían desmembrar los cuerpos de sus adversarios. En Tamaulipas, Los Zetas secuestraban pasajeros de los autobuses y los obligaban a golpearse entre sí con marros hasta morir. El que sobrevivía era reclutado como sicario.
A continuación algunas fotos de los rituales:
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Redacción Maduradas con información de Infobae
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