En un país con la producción destruida y que depende de importaciones para medio comer y abastecerse de medicinas, el gobierno de Nicolás Maduro sigue invirtiendo recursos en «excentricidades» como la fabricación de satélites.
Foto: Finanzas Digital
Un despacho de la Agencias Venezolana de Noticias precisa que «talento venezolano» se está formando en China para la próxima fabricación de satélites en el país.
Nada más la puesta en órbita del tercer satélite venezolano, Antonio José de Sucre, el 9 de octubre pasado, ameritó la participación de 100 venezolanos.
El Gobierno de Maduro, incapaz de abastecer de comida al 100% de su población, se jacta hoy en día de ser la tercera «potencia» espacial en el Continente, por encima de México.
El régimen se defiende y asegura que gracias a estos satélites hay una «mejora significativa» de las capacidades en el área de percepción remota del territorio para el seguimiento de condiciones del terreno, vías, el estudio de efectos de desastres naturales, análisis de cultivos agrícolas, detección de siembras ilícitas de drogas y determinación de datos geográficos para localizar vectores que producen enfermedades.
El asunto es que ninguna de estas áreas son la prioridad para millones de venezolanos que hoy padecen la imposibilidad de conseguir o comprar alimentos para sobrevivir diariamente.
Redacción Maduradas con información de AVN
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