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¡FRACASO SOCIALISTA! Desaciertos en política económica agudizarán aún más pobreza en el país

La calidad de vida de los venezolanos empeora cada día más, la pobreza está en sus índices más altos, la delincuencia abunda y la inversión social va en picada. En base a ello, distintos economistas pintan un panorama nada alentador para el país en los próximos días, meses y años, considerando que actualmente Venezuela está transitando los caminos de la crisis vivida en los años 90.

“No hay manera de pensar en que las cosas van a mejorar”, asegura el economista Ronald Balza, quien además asegura que le preocupa más la crisis que vivirá el país en el año 2016, más que la que actualmente se está viviendo.

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Los economistas Alejandro Grisanti y Ronald Balza ven con muy poco optimismo el comportamiento de la economía en lo que falta del año.

“Las perspectivas son malas, pero me preocupa más 2016 porque los retardos que ha tenido el gobierno en tomar medidas hacen que salir de esta situación tan complicada no pueda ser de manera rápida”, afirma Balza.

Grisanti advierte que no hay lógica económica que explique cómo el gobierno tomó todos los caminos errados hasta llegar a un punto en que los venezolanos están viendo perder lo poco que se logró con el boom petrolero. “Terminaremos al cierre de este año con un producto interno bruto per cápita y de poder de compra similar al que teníamos en 1998 y con niveles de pobreza más altos”.

Destaca que a pesar de la ausencia de cifras oficiales “la economía está en caída libre dentro de una fuerte recesión que se siente cuando se va a abastos y supermercados”. Explica que la estructura de precios relativos se rompió y ya no se sabe cuánto cuestan los bienes con respecto a otros. “Ese ambiente de incertidumbre es lo que incrementa aún más la inflación y afecta el poder adquisitivo”, añade.

La política cambiaria ha traído consecuencias tan negativas que se están viviendo efectos muchos más perversos, como la escasez y la inflación, que los que se han vivido en el país en momentos en que se ha levantado el control de cambio en el pasado, indica Grisanti. “Con este tipo de política cambiaria tan errática mejor habría sido no haber implementado el Simadi”, expresa.

Antes el tipo de cambio de equilibrio era 15 bolívares por dólar porque se tenían las tasas de 6,30 bolívares por dólar y 12 bolívares por dólar. El gobierno vendía 20% de las divisas en el Sicad II y el resto al Cencoex, pero ahora 99% de la oferta de dólares del BCV van a Cencoex y solo aporta 1% de las divisas al Simadi, señala. “Eso conduce a que el tipo de cambio de equilibrio ahora sea 10 bolívares. Es decir, no se devalúo la moneda sino que se hizo más cara. Esta es una terrible distorsión”.

Balza considera que la situación cambiaria es muy delicada porque existe un dólar paralelo que el gobierno no entiende cómo se forma “y que se empeña en seguir negando”.

Balza y Grisanti critican el hecho de que al cierre del primer trimestre del año no hay cifras oficiales sobre el comportamiento de la economía. “Las estadísticas corroborarían la difícil situación que la gente está viviendo y por eso han decidido no publicarlas”, asegura Grisanti.

Otro aspecto que destaca Balza es la imposibilidad en lo que queda de año de aumentar la producción por los controles de precios y cambiario. La falta de divisas impide realizar las importaciones. “Esto ha provocado que los inventarios se estén agotando, por lo que la escasez será aún peor. Hay deudas que no se han pagado y eso afecta la vida de la gente en su día a día”.

Con información de El Nacional.

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