El Partido Socialista de Nicolás Maduro anunció el lunes que sus legisladores retomarán sus escaños en el Congreso de Venezuela después de un boicot de tres años, apuntando a la base de poder del principal rival del mandatario cuestionado por ilegitimidad.
Así lo interpreta el diario New York Times, tras recordar que el Congreso es dirigido por Juan Guaidó y que la estrategia del régimen sería desmantelar por completo la AN de mayoría opositora.
«El reingreso de los legisladores socialistas amenaza no solo la independencia del Congreso sino también la plataforma que el Sr. Guaidó ha utilizado para construir su legitimidad a nivel nacional e internacional mientras desafía la presidencia de Maduro», se lee en el texto del referido medio de comunicación.
El medio considera que luego de nueve meses de enfrentamientos políticos, Maduro ha pasado a la ofensiva.
«Los intentos de Guaidó de derrocar a Maduro este año a través de protestas masivas, deserciones militares, sanciones estadounidenses y conversaciones mediadas se han enfrentado a la brutal represión del gobierno y las maniobras políticas habilidosas, lo que resulta en un impasse tenso. Sintiendo debilidad, Maduro ahora ha pasado a la ofensiva», explica el rotativo.
Recuerdan que la AN ha sido la principal fuente de legitimidad internacional de la oposición desde que sus candidatos obtuvieron una mayoría de dos tercios en las elecciones parlamentarias en 2015. «Los leales de Maduro respondieron abandonando el congreso, despojándolo de sus poderes y acosando hasta el exilio a docenas de legisladores de la oposición».
Destacan también la visión de varios analistas, quienes coinciden en que el acuerdo que firmó el pasado 16 de septiembre el régimen con grupos minoritarios de oposición allanó el camino para que Maduro convoque nuevas elecciones al Congreso a principios de enero, a pesar del boicot a las amenazas de los principales partidos de la oposición.
«Al llegar a un acuerdo con partidos más pequeños rechazados por Guaidó, Maduro está tratando de crear la apariencia de un amplio acuerdo social para legitimar las nuevas elecciones, declaró al medio Ricardo Sucre, profesor de ciencias políticas en la Universidad Central de Venezuela. «Esto deja a la oposición fracturada», acotó. «Este es un duro golpe para Guaidó».
El regreso de los legisladores del partido gobernante también amenaza a la mayoría del Congreso de la oposición, según NYT.
«La creciente represión ya ha diezmado las filas de los legisladores, dejándolos luchando por alcanzar un quórum y mantener el congreso en marcha. En privado, algunos congresistas de la oposición dicen que el gobierno intentará arrebatar a la mayoría alejándose de partidos más pequeños, intensificando la represión y cortejando las deserciones».
Redacción Maduradas con información de The New York Times
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