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¡FUERZA Y FE! El cambio viene: 2015, un año crucial para Leopoldo López y para toda Venezuela

A pocos días de que el líder opositor Leopoldo López cumpla un año tras las rejas, el próximo 18 de febrero, uno de los temas más controversiales es el juicio amañado y dilatado que se le sigue, y cuyo futuro es la gran incógnita sobre la que todos especulan, publica Marta Sedes von Dehn.

Para conocer la naturaleza del juicio y el estatus del caso, una especialista del derecho en Venezuela en conversación exclusiva con DIARIO LAS AMÉRICAS, la abogada y ex-magistrada de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, Blanca Rosa Mármol de León, explica que el proceso legal que se le sigue a Leopoldo López “es un juicio en el cual se le imputan unos delitos que él no ha cometido”.

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“El juicio está detenido porque Leopoldo López se negó a asistir a la siguiente audiencia hasta tanto no se acaten las resoluciones emanadas de la ONU a su favor, de darle la libertad en vista de la situación ilegal e inconstitucional en que se encuentra”, agrega refiriéndose al estado actual de este caso.

“Como aquí no se han respetado los tratados internacionales, más bien la situación fue negar eso, y hay una apelación, entonces ese juicio está paralizado lo cual significa el cumplimiento de una pena anticipada porque, mientras la persona está detenida, está pagando condena pues está privada de su libertad”.

Refiere la abogada que, además, en el caso de López esta pena anticipada está siendo pagada “en una cárcel militar, donde muchas veces se le priva a la esposa del derecho de visitarle, donde lo han sometido a castigos extremos y se le violentan sus derechos aún dentro de la prisión”.

López debe salir libre

Ante la interrogante de qué debería pasar desde el punto de vista jurídico, Mármol señala que “en primer lugar, Leopoldo López debería salir libre porque él es una persona que no ha cometido ningún delito. Pero, si aún aceptásemos que se le realizara juicio para llegar a una sentencia que así lo estableciera, él debería hacerle frente a ese juicio en libertad, porque no hay ninguna razón para mantenerle detenido”.

“Esa es la realidad, por eso es que yo insisto en que la prisión de Leopoldo López, al igual que la de otros presos políticos, los alcaldes que fueron detenidos por orden de la Sala Constitucional (del TSJ), como la de Raúl Baduel, constituyen cumplimiento de pena anticipada. Es decir, negarle la medida sustitutiva de la privativa de libertad es como una condena a priori, porque nadie le devuelve ese tiempo de prisión. Ese tiempo de vida no lo repone nada”.

Se entregó a las autoridades

El 18 de febrero de 2014 el dirigente político venezolano Leopoldo López se entregó a la Guardia Nacional Bolivariana, enfrentando voluntariamente una orden de arresto bajo cargos que incluyen, entre otros, instigación al crimen y a disturbios, homicidio, terrorismo, daños a propiedad pública e intimidación.

A partir de entonces, permanece recluido en la prisión militar de Ramo Verde –ubicada en las cercanías de Caracas– mientras se le sigue un dilatado juicio, a pesar de que el artículo 44 de la Constitución de Venezuela establece que todo ciudadano tiene derecho a ser juzgado en libertad, de que su defensa introdujo un recurso de apelación, y de que el Comité Contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas emitiera un dictamen conminando a su liberación.

Desde su cautiverio, López envió un mensaje al pueblo venezolano la víspera de Año Nuevo invitando a seguir en la lucha con “fuerza y fe”. En su comunicado expresa: “Mi experiencia en la cárcel ha sido marcada por la injusticia, el aislamiento y la soledad. De los diez meses en prisión, cinco he estado en aislamiento y aún sigo sin recibir visitas más allá de las de mis padres, esposa y abogados. Hasta han lanzado excremento a nuestras celdas para tratar de callar nuestra voz de protesta y quebrarnos espiritualmente”.

“Necesitamos una transformación del Estado”

Resulta inevitable en estas fechas hablar acerca del destino de Venezuela. En este particular, Blanca Rosa Mármol de León reflexiona: “La situación está planteada en unos niveles bastante deplorables, en el sentido de que la democracia venezolana se ha ido erosionando al punto de que ya no es tal, porque no hay independencia de poderes. Al extremo que presenciamos recientemente una presunta renovación de poderes públicos y vimos que todo quedó igual o peor”.

“En estas condiciones yo creo que el descontento en Venezuela no hace sino aumentar. La oposición está creciendo de una manera evidente. Si bien el gobierno se impone porque tiene la fuerza y el dinero, está clarísimo que en Venezuela la lucha por la democracia continúa. Somos un país que viene de la democracia, estamos acostumbrados a ello y deseosos de hacer valer todo lo que la constitución establece como sistema de gobierno, que no se está cumpliendo. Porque esto no es un Socialismo del Siglo XXI, como les gusta decir, sino una dictadura del siglo XXI.”

“Yo avizoro un fortalecimiento de la oposición, como dicen algunos que creen en la vía de las elecciones parlamentarias como un camino para lograr la recuperación de la democracia. Pues sí, creo que serán importantes esas elecciones, pero personalmente confío en un proceso constituyente porque ya en Venezuela lo que necesitamos es una transformación del Estado, un cambio de sistema político porque tenemos perdida la democracia”.

Diario Las Américas

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