En riesgo está una de las tradiciones más importantes de la noche de fin de año en Venezuela, comerse 12 uvas a la par de las 12 campanadas, al tiempo que pedimos los deseos y damos la bienvenida al Año Nuevo.
En el pasado, la mayoría de las familias venezolanas acostumbraba a colocar sobre su mesa, el 31 de diciembre, un frondoso racimo de uvas importadas o criollas como parte de la tradición de cierre de año. Pero este 2018, esa costumbre está por romperse.
Y es que según se reporta en los mercados populares de todo el país, las uvas están escasas y en los pocos lugares en los que se consiguen, su precio sobrepasa las posibilidades de cualquier bolsillo.
Las uvas criollas serían la opción más económica, y se consiguen en supermercados hasta en Bs.S 11.000 por kilo, lo que equivale a un poco más de 2 sueldos mínimos, que actualmente se ubica en Bs.S 4.500.
Por su parte, si desea comprar uvas importadas, requerirá de hasta Bs. S 18.000, lo que equivale a 4 sueldos mínimos.
Algunas familias consultadas aseguran que sustituirán las uvas por mandarinas, al ser una fruta mucho más accesible y rendidora.
Redacción Maduradas.