La disminución de dólares por viajes al exterior y la modificación del uso del cupo electrónico es una decisión económica, pero con un importante efecto político y hasta psicológico en la sociedad. El consultor político Bernard Horande afirma que el gobierno utiliza una estrategia de “aplastamiento psicológico” de un sector de la sociedad que en su mayoría le es adverso: la clase media, publica el diario El Nacional.
La intención final del gobierno, afirmó, es la abstención en las parlamentarias.
“Ahora aumentan las dificultades de este sector para poder viajar. Sale la medida y algunas personas lo dan todo por perdido. La decisión tiene un efecto psicológico fuerte, que está en el marco de la operación de desesperanza, amedrentamiento y miedo. La sociedad pierde las ganas de todo. Al no poder viajar, muchos dirán: ‘¿Para que votar? De esto no vamos a salir’. Es el esquema de la desesperanza”, insistió.
¿Quién no firmó contra Obama, no recibirá divisas?
Advirtió que ahora las personas deberán pasar por el filtro de los bancos del Estado para pedir las divisas, lo cual puede generar discriminaciones. “Es una especulación, pero quizá quien no firmó contra la orden ejecutiva de Barack Obama no recibirá las divisas. Sería una retaliación”, agregó.
¿Por qué reducir las divisas es lo que menos afecta al gobierno?
“Esto afecta a la clase media, que está empobrecida y muy molesta con el gobierno, porque las clases populares ya no tienen el poder adquisitivo para viajar al exterior. Las clases altas se arreglan con vuelos charter y no necesita acudir al Cencoex”, explicó Horande .
Con esa lectura coincide Martínez, quien afirma que el gobierno afectó a un sector en el que no tiene una base política importante. “Si yo fuera Maduro, pienso: esos nos votan por mí, así que los afecto. Contrario a lo que pasaría si recorto en importación de alimentos, lo que sí va a afectar a mi base. No van a restringir el dinero de las misiones, aunque tarde o temprano tendrán que hacerlo”.
León, por el contrario, considera que también se afecta a las personas de menores recursos, que no necesariamente utilizaban su cupo viajero y electrónico para el disfrute, sino como una forma de obtener ingresos extras.
Dijo que las dos terceras partes de las divisas que entrega el Cencoex (cerca de 2 millardos de dólares) las utilizan los llamados “raspacupos”, que obtienen los dólares preferenciales y los venden en el mercado negro, varias veces por encima de su valor oficial.
Criticó esa práctica, pero aseguró que fue el mismo gobierno el que se encargó de estimularla. “Son personas de la clase media baja o estratos más pobres que buscan obtener ingresos. Detrás de ellos hay mafias que les compran pasajes, les sacan las tarjetas de crédito y los llevan de viaje. Alguien que gana sueldo mínimo percibe 106.000 bolívares al año, pero con un viaje pueden ganar 220% más. Eso lo estimuló el gobierno y a esas personas también las afecta”, indicó.