Una guerra a cuchillo es lo que se vive actualmente dentro de las fuerzas del chavismo. La valoración de la gestión del presidente Nicolás Maduro continúa en declive y el PSUV, pensando en las elecciones presidenciales de 2018, busca maneras desesperadas de mantenerse en el poder y salvar el legado político que dejara el comandante Hugo Chávez desde su partida.
Composición Maduradas
De acuerdo a Heinz Dieterich, sociólogo, ex-asesor político de Chávez y creador del socialismo del siglo XXI, en la despiadada lucha por el poder dentro del oficialismo, el nombramiento de El Aissami refuerza el eje Maduro-Padrino López, en detrimento del grupo de Diosdado Cabello.
Según detalló, la jugada política tendría clara implicación en las elecciones del 2018, para las que el oficialismo busca un candidato que sustituya al actual presidente.
«Si El Aissami logra cierto éxito en el cargo, será el candidato presidencial del PSUV en el 2018», asegura Dieterich.
Y agregó: «Si Maduro es forzado a renunciar antes, lo que es probable, El Aissami será automáticamente la cabeza del Estado. Ambos factores operan en contra de Cabello».
El analista político alemán explicó que Cabello carece de un sostén fundamental: «no tiene proyección ni respaldo geopolítico. Siendo El Aissami parte del grupo de Maduro, cuenta con la simpatía de Cuba, a diferencia del anticomunista Cabello, a quién la Revolución Cubana nunca vio con buenos ojos».
Dieterich agregó que El Aissami también es bien visto debido a los grandes éxitos del eje geoestratégico Putin-Irán-Hezbollah-Turquía en Medio Oriente. Es decir, el factor etno-político de ser libanés-sirio, beneficia excepcionalmente a El Aissami.
El flamante Vicepresidente ejecutivo contará con el apoyo de esta nueva y poderosa configuración geopolítica mundial y, por supuesto, el de la comunidad sirio-libanesa venezolana.
Redacción Maduradas con información de Panorama.