«Venezuela sigue presentando elevados riesgos en todas las áreas económicas, con problemas especialmente importantes en el ámbito legal, regulatorio y en el intercambio de divisas. (…) El riesgo de impago han aumentado como consecuencia de la caída del crudo». De esta manera explica AON, una de las mayores compañías del mundo en gestión de riesgos, seguros y consultoría, las razones por las que el país que preside Nicolás Maduro está al mismo nivel que Corea del Norte, Afganistán, Irán o Iraq en lo que a riesgos para los inversores respecta y que ha plasmado en el Mapa de Riesgo Político 2015 que la empresa británica ha elaborado junto a Roubini, reseña El Mundo.
En este documento, que fue presentado ayer a nivel mundial, AON otorga a un total de 20 países la calificación de «peligro muy alto» y entre ellas, además de las ya señaladas, se encuentran naciones en situaciones tan complejas como Ucrania, Corea del Norte o Somalia. Sin embargo, en todas éstas la presencia de compañías españolas es limitada o, al menos, inferior a la que existe en Venezuela. Repsol, Telefónica, BBVA o Mapfre cuentan con importantes intereses en un país que hoy conmemora el segundo aniversario de la muerte de Hugo Chávez y en donde «el mecanismo de cambio no funciona correctamente y los controles de capital están afectando a la producción». Además, apunta el documento, «tras años de un alto nivel de intervención política, la violencia y la protesta han aumentado debido a la escasez de alimentos».
En este contexto, Fernando Villarubia, director de caución y riesgo político de AON, reconoce que «existe una situación de inconvertibilidad de divisa» y que se está poniendo en riesgo «la rentabilidad de las inversiones».
Por ello, Villarubia afirma que «muy pocas compañías nuevas están intentando entrar en el país y aún menos aseguradoras están dando cobertura a estas entradas». A pesar de todo ello, el responsable de la importante empresa de gestión de riesgos asegura que «las empresas españolas presentes en Venezuela son conscientes de la situación» y que se espera que el nivel de inversión «se mantenga».
Argentina y Bolivia
Un escalón por debajo de este nivel, esto es, con una calificación de Alto Riesgo, se encuentran Argentina y Bolivia, países en los que la presencia de empresas españolas también es muy notable. Entre las amenazas a las que los inversores deben hacer frente en Argentina destacan los riesgos «legales y regulatorios», así como «la injerencia política, el impago y la nacionalización». Mención especial merece, en opinión de AON, el intervencionismo en materia económica, que hace de éste un mercado «poco atractivo para el capital privado».
En Bolivia la situación es levemente mejor, ya que se ha producido «un mayor crecimiento económico» y las políticas son más «distributivas». A pesar de ello, el documento recuerda el intervencionismo político, los problemas legales y regulatorios e incluso la violencia. A nivel comparativo, estos dos países se encuadran en el mismo nivel que Mauritania, Niger, Uzbekistán o Nigeria.
Fuente: El Mundo.