Alicia González pasó una situación incómoda el sábado 11 de enero, a las 6:30 pm: se encendió la luz del indicador del aceite de su vehículo cuando se desplazaba hacia Chuao desde la urbanización Miranda. Como la mujer no vio módulos viales ni policías, se dirigió a la autopista Francisco Fajardo en dirección oeste.
“A la altura de Petare empezó a sonar el motor. Pensé que se me iba a fundir, pero no me atreví a pararme. En Macaracuay busqué ayuda. Pedí auxilio a funcionarios de tránsito y no me atendieron. Busqué la grúa por mis medios, y después de 40 minutos llegó. Mientras esperaba con miedo, un bombero me dijo que allí atracan todos los días”, dijo.
Vivencias como la narrada por González ocurren con frecuencia, por lo que los conductores deben improvisar soluciones debido a la falta de módulos de atención vial. El asesinato de Mónica Spear y Thomas Berry, ocurrido la semana pasada en la autopista Puerto Cabello-Valencia luego de que se les espichara un caucho y fueran atacados para robarlos, acrecentó el temor que sienten los conductores de quedarse accidentados en las vías, sobre todo si es de noche.
En el kilómetro 11 de la Autopista Regional del Centro, a la altura del antiguo peaje de Tazón, funcionarios de Polimiranda declararon extraoficialmente que el déficit de policías no permite atender los accidentes o hechos delictivos que se registren en esa carretera.
En ese módulo de atención vial sugieren a los conductores transitar por carreteras y autopistas de noche solo si es necesario. Se conoció que en ese punto funcionan dos unidades con cuatro policías que están asignados a las guardias establecidas.
“Se necesitan más agentes para atender los accidentes y delitos que se registran entre el kilómetro 11 y el 54, pues 2 patrullas y 4 policías no son suficientes para atender la demanda. Es difícil saber a qué hora y en qué sitio se comete el delito en los 43 kilómetros que nos toca brindar apoyo y custodiar”, advirtió un funcionario de Polimiranda.
La presidente de la Sociedad de Ingenieros Viales de Venezuela, Celia Herrera, denunció que algunos módulos de atención vial, como por ejemplo el de Las Fuentes y el de la avenida Boyacá, están cerrados o en malas condiciones: “En la medida en que los funcionarios del INTT fueron homologados para ser transferidos a la Policía Nacional, han perdido facultades porque no los están adiestrando para ser funcionarios de circulación, sino para ser policías integrales”.
Luis Armando Zapata, ex funcionario de tránsito y representante de la empresa Tecnicrash, que trabaja en la elaboración de proyectos de seguridad vial e investigación de accidentes, afirma que no es necesario incrementar el número de funcionarios en los módulos de atención vial sino el patrullaje.
“Hay que evaluar, dependiendo de la ubicación de cada módulo, cuáles son las actividades que los funcionarios están atendiendo. Pero en líneas generales en cada módulo debería haber dos grúas livianas, una grúa pesada y las patrullas no deberían estar estacionadas sin hacer nada. También es importante que haya ambulancias operativas en los módulos y otros equipos de emergencia que permitan asistir a quien lo necesite”, explicó.
Zapata destacó que algunos módulos de atención vial no tienen la infraestructura adecuada para atender al público: “Hay puntos que son incómodos para realizar gestiones mínimas, que no cuentan con baños y que no sirven para brindar apoyo a los ciudadanos en caso de accidentes”, así lo reseñó el diario El-Nacional.com en su portal web.