Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que su país está «lleno» y que no pueden permitir el ingreso de migrantes, en un estado rural parece darse otra realidad.
Se trata de Vermont, un estado con una imponente belleza natural que se ha visto afectado por la subida de los impuestos y el estancamiento de los salarios, lo que ha hecho que requiera de nuevos habitantes para hacer crecer su población y que se pueda recuperar su economía.
Así lo explicó, Curtiss Reed, consultor de la Asociación para la Equidad y la Diversidad de esa cantidad y quien lleva 40 años viviendo allí.
De acuerdo con Reed, este estado no tiene suficiente gente para hacer los trabajos disponibles y no sabe cómo atraer personas, además las políticas de Trump hacen que cada vez hayan menos refugiados, inmigrantes o trabajadores con visas temporales en esa región.
Por su parte, Joan Goldstein, comisionada del Departamento de Desarrollo Económico de Vermont, explicó que los estados del país compiten para atraer nuevos residentes:
«Sé que eso suena muy mercenario, pero estamos en un mercado competitivo. La estrategia de marketing de Vermont durante décadas fue atraer hombres blancos heterosexuales con ingresos familiares de 120.000 dólares o más. Esa población se está reduciendo».
Ahora, han hecho cambios de enfoques, no solo atraen negocios al estado, sino que intentan cortejar a personas.
Incluso, para este año, Vermont comenzó a entregar 10.000 dólares a ciertos trabajadores para que se muden a partes remotas del estado: «Hubo un gran interés desde fuera de Estados Unidos con el éxito publicitario inicial que tuvimos (…) Diría que cerca del 25% de las personas que nos consultan son de otros países«.
Hasta el momento solo han podido aprobar a 26 personas, ninguno extranjero o refugiado.
Redacción Maduradas con información de El Nacional.
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