A Alfredo Iguarán lo interceptaron tres delincuentes a las 5.00 de la mañana, salía de su casa para ir a trabajar. Los familiares precisaron que los delincuentes le dispararon dos veces en el pecho, le robaron su teléfono marca BlackBerry y huyeron. Creen que sean azotes del barrio José Félix Rivas, así lo reseña La Verdad.
Los delincuentes no le dieron tiempo a Alfredo Iguarán, de 25 años, de arrepentirse de su negativa de entregar su teléfono inteligente, sin mucha explicación le dispararon dos veces en el pecho, lo requisaron, le quitaron lo que tenía y escaparon.
Juan Leal, cuñado del occiso, declaró que los tiros los escucharon a las 5.30 de la mañana. Su pariente salía hacia su trabajo cuando lo sorprendieron los atracadores a escasos metros de su casa, en el barrio José Félix Ribas, parroquia Venancio Pulgar. Presume que Alfredo se resistió al robo y por eso le dispararon.
«Siempre salía tempranito a trabajar. Tenía que ir hasta la avenida para agarrar el carrito. Ya dos veces lo habían intentado atracar”.
Cuando le avisaron a la familia ya la víctima había muerto. Su cadáver estuvo en la vía pública hasta que la Policía lo trasladó a la morgue forense.
La víctima no tenía hijos y fungía como chofer en una empresa que distribuía aceites de motor.
Peligroso
Los Iguarán sospechan que los asesinos de Alfredo sean azotes de la barriada. Con los vecinos averiguaron que andaban en una motocicleta.
La comunidad denunció que todos los días atracan a alguien y que hay poca vigilancia policial. Los delincuentes andan en motos y atracan a todas horas.