Keiner Iván Cardozo Millán, un pequeño de tan solo 1 añito, murió por desnutrición el lunes 16 de enero en los brazos de su abuela, en Brisas del Sur, en San Félix, estado Bolívar.
Foto: Correo del Caroní
En septiembre del año pasado el pequeño estuvo hospitalizado porque estaba desnutrido.
María López, la abuela que lo tuvo en sus brazos al morir, dice que en la casa hay hambre, que los 9 niños y los 6 adultos que viven en una vivienda del barrio se las apañan con muy poco. Pero Keiner había sido la excepción: para él, todo. No podían dejar que volviera a desnutrirse (ya lo había estado).
De hecho, María no se explicaba por qué murió. Tiene pocas certezas en la vida, pero una de ellas era que su nieto estaba recuperado y con todos los nutrientes que necesitaba.
En el certificado de defunción se especificaban dos causas de muerte: en la línea de arriba, “deshidratación por síndrome diarreico”. Abajo, algo indescifrable que tradujo luego de varias lecturas: allí, en la línea de abajo, decía “desnutrición moderada”. Keiner se murió de hambre.
El domingo 15 de enero, recuerda, “pasó el día normal: en la mañana se paró normal como siempre. Pero el lunes se fue trancando y le dimos respiración de boca a boca. Le sacamos una baba y anduvo tranquilo. Después estaba normal, acostadito, y a las 7:30 le fue dando algo y vimos que no quería respirar. Estaba trancado. No teníamos el dinero para salir a agarrar un carro”.
Aún sin el dinero para tomar un taxi, salió a la calle con Keiner en brazos. En ese momento, murió.
“Cuando salimos de la casa a caminar para irnos, se torcía y se torcía. Ahí se fue quedando. Se nos murió en las manos. Cuando le pusimos la mano, no tenía pulso y se puso frío”, indicó la abuela.
Foto: Correo del Caroní
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Con información de Correo del Caroní
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