Tatiana Nepómniaschij, subdirectora del centro Véktor donde se desarrolló la vacuna rusa EpiVacCorona, explicó que la misma fue creada a partir de la plataforma tecnológica peptídica, a diferencia de la vacuna del Instituto Gamaleya, que fue elaborada a partir de un vector viral; y de la vacuna del Instituto Chumakov, que se creó usando la técnica clásica y que contiene el coronavirus inactivado.
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DW
La directiva detalló que dicha tecnología tiene un componente activo formado por tres péptidos, tres pequeñas partes de proteína superficial S del coronavirus seleccionado con una computadora y que estos se escogen deliberadamente de las regiones menos inmunodominantes de la proteína.
«Estos péptidos están incorporados a la proteína portadora que en este caso es la proteína N del coronavirus que también sirve de fuente adicional de epítopos de las células T«, detalló.
Nepómniaschij destacó que la vacuna cuenta con tres líneas de protección; la primera, forma una reserva de anticuerpos que impiden que la proteína S del virus se una al receptor celular. Si esta primera línea no funciona, entonces entra la segunda.
«Las dos segundas reservas de anticuerpos, la segunda y la tercera, que se forman contra los siguientes dos péptidos, o sea, contra el llamado péptido de fusión«, indicó.
Esto quiere decir que el virus fusiona su membrana para poder entrar a la célula, y en este caso, el contenido de la vacuna impide esa fusión.
«Si esta línea de protección tampoco funciona, entonces se activan tanto la respuesta inmune celular, como la respuesta inmune humoral, y la célula infectada es destruida, impidiendo que el virus se reproduzca e infecte las células vecinas sanas», manifestó la especialista.
Redacción Maduradas con información de RT