El pasado jueves, 14 de septiembre se realizó una audiencia en la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington DC que reunió un buen número de casos que demuestran que el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro recurre a la tortura tortura sistemática.
Foto: REUTERS/Carlos Garcia Rawlins
La intención de la convocatoria a la audiencia antes mencionada fue determinar si se tienen las suficientes bases para denunciar, ante la Corte Penal Internacional (CPI), los abusos consistentes de los derechos humanos en Venezuela.
Tamara Sujú, activista de los DDHH y directora del Instituto Casla, reunió casi 300 casos de víctimas de torturas masivas. Sin embargo, asegura que la cifra total puede superar los 500 casos.
“De la tortura selectiva en el gobierno de Chávez, pasamos a las torturas masivas en el gobierno de Nicolás Maduro«, sentenció Sujú.
La activista aseguró que, incluso, se han creado estructuras especialmente pensadas para reprimir, como es el caso del «Comando Antigolpe» que opera dentro del país latinoamericano.
Expresa también que, según los casos que maneja, al menos 52 personas fueron sometidas a actos lascivos violentos por parte de funcionarios; otras 44 recibieron descargas eléctricas en sus partes íntimas; e incluso algunos fueron obligados a comer comida descompuesta y excremento.
“Más de 100 personas han sido torturadas con gases tóxicos y bolsas plásticas. Las torturas han sido sistemáticas”, denunció.
Julio Henríquez, representante del Foro Penal Venezolano, sentenció que, en Venezuela, existen asesinatos, torturas e incluso violencia sexual.
“La unión cívico militar une a civiles armados con fuerzas militares y forma parte de la represión. También se han utilizado tribunales militares para juzgar civiles”, dijo Henríquez.
Redacción Maduradas con información de El Tiempo Latino
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