Venezuela ha estado entre los principales países productores de acero crudo en Latinoamérica desde 1962, cuando realizó la primera colada, pero en los últimos siete años de funcionamiento de la industria siderúrgica en manos del Estado, la producción de acero líquido se desplomó y registró su pico más bajo en 2014, con 1,49 millones de toneladas métricas (MMTM) en total acumuladas para ese año.
De eta manera lo reflejan los datos de World Steel Association (WSA), aunque esta cifra es aún más baja (1,1 MMTM), si se trata específicamente de la Siderúrgica del Orinoco “Alfredo Maneiro” (Sidor), de acuerdo a datos internos suministrados.
Desde 1926 se hacía el primer descubrimiento de minas de hierro en “El Pao”, seguido del segundo hallazgo en 1947 (Cerro Bolívar), lo que daría paso al inicio de la producción de acero, 15 años más tarde (9 de julio de 1962). Sin embargo, hay que destacar que la primera estatización de la industria del hierro (mineral base para la producción de acero), fue realizada por Carlos Andrés Pérez en 1975.
“Este acto de soberanía que con emoción recibimos todos los venezolanos, debe ser también un acto de voluntad creadora, porque no basta con que los recursos que vuelven a ser objeto de decisiones nacionales sean propios, en el pleno amplio sentido de la palabra, sino que su manejo sea eficiente y útil, y socialmente provechoso”, expresó Pérez en ese momento, pero más allá del discurso, estas palabras serían una sentencia para la reestatización de la empresa en el futuro.
Trece años más tarde, Sidor sería privatizada, para marcar la década de mayor producción en la historia de la empresa, con el pico máximo de 4,3 MMTM en 2007, según datos del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Similares (Sutiss) y una producción total en el país de 5,01 MMTM, de acuerdo al Instituto Internacional del Hierro y el Acero (WSA, por sus siglas en inglés), organización que registra las cifras de fabricación de este producto y a la cual está suscrita Venezuela. Pero el año siguiente de esa bonanza, daría un giró de 360 grados con la reestatización, esta vez realizada por el expresidente fallecido, Hugo Chávez. Una misma decisión de Estado; dos presidentes separados por una brecha histórica de más de 20 años, con resultados totalmente opuestos.
La Sidor revolucionaria
“Sidor ahora (está) recuperada por el gobierno revolucionario”, fueron las palabras de Hugo Chávez en un discurso que ofreció en cadena nacional de radio y televisión, en el que aseguró que la empresa se sumaba a la construcción de socialismo. “Vamos a transformar a Sidor en una empresa socialista para impulsar la revolución bolivariana”.
A pesar de que la privatización de la empresa productora de acero, había generado números en ascenso nunca antes vistos y la producción alcanzada superó las expectativas, los trabajadores respetaron la decisión de Chávez, de estatizar Sidor el 12 de mayo de 2008, así lo expresa José Luis Hernández, presidente del Sutiss. La compañía pasó, entonces, a formar parte del Consorcio CVG.
“Nosotros respetamos esa decisión, que fue del gobierno, pero lo que sí analizamos y vemos como crítico es por qué se rompió la planificación que traían ellos que era mantener la materia prima al día. Ha habido una mala gestión, una mala planificación”, dijo Hernández.
Canibalización para subsistir
Al comparar los datos en promedio de producción anual de los últimos siete años con el mismo lapso anterior a 2008, se registra una caída de 40%, lo que quiere decir que la empresa siderúrgica completa (Incluidas Sivenca y Sizuca) alcanzó a producir el 60% de lo que se generó durante ese mismo período de tiempo de privatización.
La grave situación actual que reflejan tanto los números de la organización internacional WSA, así como los proporcionados por Sutiss, se debería a la mala planificación de la actual gerencia, que desde 2013, luego de la muerte de Hugo Chávez, fue tomada por militares, afirma Hernández.
En la acería de planchones, de cinco hornos de 200 toneladas de capacidad, funcionan solo dos, mientras que el panorama es similar en los hornos secundarios de 150 toneladas en el área de palanquillas, donde dos de cuatro están operativos. De este último depende, la producción de cabillas.
“No hay repuestos, entonces ellos se han visto en la decisión de canibalizar. De una línea han sacado repuestos para mantener otra línea”, asevera el representante de los trabajadores de Sidor, al tiempo que afirma que se violan las normas ISO-9000 porque no se garantiza el mantenimiento preventivo ni correctivo a los equipos, lo que evitaría la “perforación de los techos, caídas de las láminas, de algunas columnas y deterioro de los hornos. Esto debería hacerse en una empresa de alto riesgo”.
A finales de junio se quemó un montacargas por un bote de aceite, el cual hizo contacto con la escoria (material residual) que traslada altas temperaturas. De 32 payloaders solo 12 están operativos (37%), el resto se encuentra fuera de servicio por falta de repuestos, según información del sindicato.
Y las pérdidas siguen en 2015
Según la WSA, el acumulado de toneladas de acero producidas hasta mayo de 2015 es de 602 mil, pero de acuerdo a cálculos internos, para que la empresa genere utilidad, se debe producir al menos 3 MMTM de acero líquido al año, lo que representa un promedio de 250 mil toneladas mensuales. Actualmente, en lo que va de año, tal cifra (de la industria del acero en general) no llega ni a la mitad (120 mil toneladas al mes). Hay que resaltar que Sidor produciría alrededor de 85% del total de acero que registra Venezuela.
El acero en Latinoamérica
– Brasil, Argentina y Venezuela han sido históricamente los tres principales productores de acero en América Latina.
– De los principales productores de acero en Latinoamérica, Venezuela es el único país que presenta una abrupta caída de la producción en los últimos siete años de estatización.
– Solo Argentina (aunque ocupa el segundo lugar) ha tenido un crecimiento significativo en la producción de acero durante los últimos tres años.
– Brasil sigue siendo el monstruo de la región con una evolución considerable en la producción de acero y supera a Venezuela con casi 23 veces la cantidad de toneladas anuales.
Aunque la estatización fue realizada, según Chávez, para construir el socialismo y la revolución bolivariana, sumada a la oferta de reivindicaciones laborales para los empleados, Damián Prat, periodista y especialista en el tema de las empresas básicas de Guayana, sostiene que tales objetivos estuvieron lejos de cumplirse.
“El maltrato laboral del patrono gobierno hacia los sidoristas, que ha ocasionado varios conflictos, paros y protestas, ha agravado la crisis productiva de nuestra principal siderúrgica, pero sin la más mínima duda. Aun sin conflictos el gobierno fue arruinando a Sidor progresivamente. La ruina productiva de Sidor es muy anterior a los paros y protestas”, sentenció Prat en un artículo publicado por TalCual.
Por Ricardo Sánchez Silva / La Patilla / Reportaje Especial