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¡MUY TRISTE! Niños que sueñan con ser Vinotinto se desmayan de hambre en las canchas

El presente y futuro de Venezuela se va apagando lentamente por hambre. En pleno siglo XXI y con un Gobierno «socialista», muchos niños padecen por la falta de alimentos en el país, donde conseguir algo de comida se ha vuelto una tarea muy díficil.

Brayan, Miguel, Kelvin y Wilfraklin quieren jugar en la Vinotinto, ellos le dan forma a sus sueños en los campos de fútbol de Petare, junto a más de 3.000 jóvenes. Sin embargo, los cuatro solo comen una o, con suerte, dos veces al día, lo que ha ocasionado que se desmayen durante las prácticas, reseñó El Estímulo en un reportaje.

Foto: Cristian Henández- El estímulo

Foto: Cristian Henández- El estímulo

“Desayunamos muy temprano porque mis hermanos estudian en la mañana –en el colegio Generalísimo Francisco de Miranda. Yo me quedo cuidando a la niña (Valentina, de 3 años), y cuando ellos llegan me voy a estudiar yo (…) Cuando hay comida, almorzamos a las 12 del mediodía”, relató Brayan, quien además dijo que cuando no tienen qué comer “salimos a tumbar mangos detrás de la casa, los hervimos y comemos como jalea”.

Pese a las dificultades económicas que Brayan y su familia, como muchos otros hogares venezolanos enfrentan, mantiene su determinación en cumpir un sueño.“Quiero ser futbolista, y sé que si entreno fuerte, estudio y no me porto mal, puedo ser un gran jugador”.

Miguel, su compañero en el equipo de fútbol Diaconía, vive una situación similar. En casa, la comida debe repartirse entre él, su abuela, su bisabuela y un primo de 3 años. “Tengo cinco días sin almorzar, pero siempre desayuno y ceno”.

“Todo está muy caro, por eso no comemos mucho; mi primito es el único que almuerza, porque llora cuando tiene hambre. Mi abuela le prepara sopa, y también toma mi bisabuela. Cuando no puedo almorzar yo, aguanto hasta la noche”, dijo con madurez el niño de apenas 10 años.

Al igual que Brayan comparte el mismo sueño «ser un gran futbolista y médico cuando sea grande”, además no oculta su deseo de volver a comer como antes, cuando era más accesible conseguir y comprar alimentos básicos en el país.

Para leer la nota completa visite El Estímulo.

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