La visita del presidente Nicolás Maduro a China ha causado polémica tanto dentro de Venezuela como a nivel internacional, sobre todo ante la posibilidad de que se generen nuevos préstamos de parte de la nación china, pese a la gran deuda venezolana.
Foto: @PresidencialVen
Muchos son los que se han atrevido a adelantar lecturas en torno al viaje que Maduro, sorpresivamente, realizó a China. Han aseverado que la intención del país asiático sería obtener nuevas concesiones en Venezuela.
Vale mencionar que hace no menos de tres años China prestó a Venezuela 50 mil millones de dólares y luego tuvo que otorgar un “periodo de gracia” para el pago.
De acuerdo con el ex diplomático Diego Arria, los únicos motivos por los que China vuelve a abrir los grifo de los préstamos tienen que ver con que el país espera obtener algún tipo de beneficio de Venezuela, que tiene las mayores reservas de petróleo del mundo y una buena cantidad de coltán.
“En esta etapa del colapso, no solo de la economía venezolana, sino también del régimen, creo que Maduro está listo para vender a Venezuela como una finca a cualquier precio”, aseveró Arria al respecto.
De acuerdo con La Patilla, los préstamos provenientes de China son de “alto interés”, tanto que el pasado diciembre Sri Lanka entregó Hambantota, su puerto más moderno, a China, por su incapacidad de hacer los pagos de los préstamos recibidos.
El gobierno norteamericano considera que China tiene pensado utilizar “préstamos abusivos e inversiones portuarias” para hacer crecer su presencia en América.
De hecho, según comentó el embajador estadounidense Jean Manes sobre la intención de El Salvador de invitar a China a desarrollar su puerto pacífico de La Unión, el país asiático estaría intentando hallar los “puntos débiles de continente”.
“Están tratando de encontrar puntos débiles en la región, donde pueden hacer este tipo de arreglos. Nos preocupa que no solo sea una inversión en un puerto, sino que quieren hacer algo con sus fuerzas armadas y quieren expandir los influencia en la región”, afirmó Manes.
En el caso venezolano, China ya tiene acceso a tomar 375 mil barriles de la producción diaria de Venezuela, la cual es, actualmente, de tan solo 1.2 millones de barriles.
“Si las cosas siguen así, cerrarán el año por debajo de un millón de barriles de producción por día. Así que Maduro está desesperado por lograr un acuerdo. La administración está sobreviviendo día a día”, aseveró el economista venezolano Diego Moya-Ocampos.
Del mismo modo, añadió que los chinos “se asegurarán de que Venezuela pague sus deudas”.
Redacción Maduradas con información de La Patilla
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