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¡NO SERÁ COLOR DE ROSA! 7 demonios que deben enfrentar los diputados electos de la MUD

La oposición no tiene el triunfo definitivo en materia política, aun así con mayoría calificada en Asamblea Nacional. Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, y el consultor político Edgar Gutiérrez, explicaron a Tal Cual que los parlamentarios tienen el reto de satisfacer la demanda de cambio que los electores manifestaron el 6 de diciembre y no todo será color de rosa.

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Negociación entre políticos de la Mesa de la Unidad Democrática y con el gobierno y rescatar la contraloría desde el parlamento, son algunas de las claves que refieren los especialistas.

A continuación se enumeran los aspectos más importantes con los que deberá combatir esta nueva asamblea nacional en Venezuela, luego del 5 de Enero de 2016:

1. Negociar o se quiebra la “mayoría”

Los diputados a la Asamblea Nacional de la Mesa de la Unidad Democrática, tienen una gran reto que se pudiera perder si no negocian o logran acuerdos. El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, considera que los parlamentarios de oposición deben negociar entre ellos, sobre todo en los temas que están vinculados con la salida del gobierno o con su afectación organizativa:

“Es una oportunidad si se logra un consenso para presionar al gobierno a un cambio positivo, pero cuando se refiere a un arma letal no van a estar de acuerdo. Deben evitar caer en la tentación de acciones destructivas o de guerra, porque es más difícil hacer que eso se logre porque no van a tener el apoyo absoluto para hacerlo, pues no todos los diputados estarían de acuerdo, lo que indica que la mayoría calificada de la oposición, que es igual a los dos tercios, es una mayoría relativa. Y es allí cuando entran las negociaciones. Si se convoca a una constituyente se pudiera dejar sin efecto todos los poderes. Se debe evitar eso para destruir al enemigo en un país polarizado. En el nuevo parlamento se necesitan acuerdos, participación de diferentes actores, recursos frescos, renegociaciones y eso no lo puede hacer una asamblea con dos tercios. Lo que sí puede es disparar acuerdos”.

2. Aprovechar la iniciativa política y ser incluyentes

El consultor político Edgard Gutiérrez destaca que los diputados electos de la MUD no deberían perder la iniciativa política por tener la mayoría de las curules de la Asamblea Nacional: “Después del triunfo lo peor que pueden hacer es dormirse en los laureles. Ese es el peor amigo del éxito. No pueden comunicar de más, como por ejemplo, decir cosas que pueden ser correctas pero a destiempo, como la justicia transicional de los sucesos de abril de 2002 que pese a ser un tema del que casi nadie habla y es un caso pendiente, mencionarlo de manera apresurada sería a desatinado”.

Continuó “Y por otro lado, si bien es cierto que no es recomendable comunicar de más, tampoco es bueno apagarse”, sostiene el experto que además considera que el 5 de enero los diputados de oposición deben dar señales de apertura en el nombramiento de la directiva: “La Mesa de la Unidad Democrática no debe dar el mensaje que criticaba del chavismo. Hay una expresión del chavismo en el hemiciclo y les deben dar un buen trato, invitarlos a participar. Lo más parecido a un acto de gobierno de oposición es la instalación de la asamblea y el nombramiento de su directiva”.

3. Perder el miedo a asumir los costos políticos

La derrota del chavismo le abre la oportunidad a la oposición de mostrarse como una fuerza alternativa con opción, sostiene Luis Vicente León, quien además explica que los resultados de las elecciones parlamentarias crearon una demanda y lo que falta es que los parlamentarios opositores generen la oferta.

A juicio del especialista, los diputados de la MUD deben, desde el parlamento, hacer sus aportes para que cese la crisis económica en el país. “La crisis económica no ha llegado a su clímax. Está en expansión. Si bien la Asamblea Nacional no es la única institución, ni siquiera la más importante que puede controlar las variables, puede ejercer funciones de contraloría al presidente de la República, obligar al gobierno a explicar cómo va a cubrir el hueco fiscal, interpelar al Banco Central de Venezuela y a los ministros”.

Pero resulta que resolver una crisis no es popular e implica pagar las consecuencias de esas crisis. ¿Y cómo se sale ileso en un país que tiene la tasa de inflación más alta del mundo, con un desabastecimiento brutal?, sin embargo, si el congreso juega al mismo papel que el Ejecutivo, va a empeorar la crisis y no se va a destruir no solo la economía, sino también la oposición” expresó. Lo recomendable es tomar decisiones y acciones, por encima del miedo al costo político.

4. No postergar la demanda de cambio político

“Los parlamentarios electos de la oposición no deben ignorar que la mayoría de la proporción del voto en las elecciones del 6 de diciembre pidió cambio, no sólo en el modelo económico, sino también en la política”, precisa Edgard Gutiérrez. El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, cree necesario atender la oferta de cambio, pero atendiendo el problema económico como prioridad: “Hay un mensaje claro de búsqueda de cambio, que tiene que ver principalmente con cambio en la búsqueda de cosas y en cómo se están haciendo.

Es una búsqueda de la población para que le resuelvan sus problemas. Es un cambio que los ciudadanos exigen para rescatar la normalidad. Es una alternativa que la gente hace en su mente buscando cambios con el voto castigo a un gobierno que eventualmente siente que es responsable o culpable de la crisis que hay en el país.

Es importante tener en cuenta que la población usualmente es simplista, pues puede creer que llegó la oposición para hacer los cambios y que eventualmente va a solucionar sus problemas, pero eso es absolutamente absurdo. No es verdad que se resuelve la crisis solo abasteciendo leche y azúcar. Es un tema integral que requiere también cambios políticos porque las decisiones económicas son también decisiones políticas”.

5. Hacer el trabajo parlamentario

No hacer labores de contraloría al BCV, ministros y presidente de la República sería un error en la nueva Asamblea Nacional, explica Edgard Gutiérrez: “Es la oportunidad de ver las verdaderas interpelaciones, y de verdad, en el parlamento que no se ven desde 2002.

Luis Vicente León añade: “El parlamento es una institución que es el poder legislativo y es el contralor del Ejecutivo. La acción contralora es del poder legislativo que controla y exige al gobierno revisión de cuentas ante el congreso, que es el pueblo. Con dos tercios se tiene la posibilidad de leyes orgánicas de las cuales en materia económica se tiene la revisión de la ley de presupuesto y de la Ley de Costos y de Precios Justos, que es una ley absurda. Es una manipulación decir que ese instrumento legal es una maravilla porque ha generado la incapacidad de la oferta y el nuevo parlamento puede revisarla. En materia de propiedad la AN también tiene mucho que decir. Se puede rescatar el marco jurídico que garantiza la propiedad privada en Venezuela y se puede desmontar en el congreso todo lo que se montó en Ley Habilitante desde Chávez hasta Maduro y que usa el gobierno, en mi opinión, para agredir al sector privado”.

6. Revitalizar el liderazgo

Para el consultor político Edgard Gutiérrez uno de los puntos que no deben ignorar los diputados electos de la oposición es la oportunidad que tienen desde la Asamblea Nacional para revitalizar el liderazgo político: “No deberían quedarse solo con el triunfo de las elecciones parlamentarias y abandonar la presión y articulación con la sociedad civil. Si eso se olvida, se diluiría el triunfo.

En el parlamento tienen el espacio para no sólo revitalizar el liderazgo, sino también para medir las expectativas de la gente en medio de una situación económica precaria con un aparato productivo que está parado y con un alto costo de la vida que es desesperante.

Si los políticos olvidan esto y creen que tienen todo el tiempo del mundo, caerían en un gran error. Luis Vicente León advirtió, sin embargo, que la oposición no tiene tiempo que perder: “Se deben atender las prioridades. No estoy diciendo que la gente no votó también para buscar cambios políticos y que probablemente si se hace un referendo revocatorio a lo mejor se gana y la gente también quiere buscar a un presidente nuevo, pero eso tendría que venir después porque no hay el tiempo para que los diputados no se enfoquen en lo que primero fue la orden específica del pueblo que es: resuélveme mis problemas”.

7. Pactar políticas con el gobierno o la guerra

En democracia el presidente es Nicolás Maduro. Así inicia el presidente de Datanálisis su declaración con respecto al escenario de concretar un cambio político en Venezuela. Para Luis Vicente León, además de concretarse las negociaciones entre la oposición, también es necesario que los parlamentarios de la MUD negocien los cambios con el Gobierno: “En democracia Nicolás Maduro es el Presidente hasta 2019. También en democracia se pudiera convocar a un referendo revocatorio, pero cuando corresponda. De aquí a abril no corresponde”.

Por lo tanto, los diputados se tienen que concentrar en lo que deben y, luego, viene la segunda etapa que es negociar con el gobierno los cambios. Allí hay sólo dos rutas posibles: las negociaciones y acuerdos o la guerra.

En el pasado, el Gobierno tenía un tren y la oposición tenía una bicicleta. La cultura tradicional del gobierno es aplastar bicicletas, pero resulta que ahora hay dos trenes y ahora los dos conductores, que se tienen que poner de acuerdo para dónde van, deciden. El gobierno ya no tiene una bicicleta en su contra. Tiene una Asamblea Nacional, que es la casa del pueblo, controlada por la oposición”.

Por Angélica Lugo / Runrunes / Tal Cual Digital.

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