Imagínalo. Una arepa de pabellón: caraotas, carne mechada y plátanos; o mejor aún, una con aguacate, queso amarillo y hasta mayonesa. Toda una delicia para el que sabe apreciar la comida venezolana.
De esto saben los emprendedores de “El Carrito”, un pequeño lugar de Venezuela en Berlín, la capital de Alemania. Todos los días el tráiler parece ir de bien a mejor: cientos de criollos y extranjeros disfrutan de sus arepas.
«El Carrito» está pintado de amarillo y exhibe la figura principal de la Harina PAN: la mujer blanca de labios gruesos y pañuelo de lunares en la cabeza. ¿Cómo no sentirse en casa así?
Sharon Schael es la dueña de esta idea que revolucionó Alemania, porque incluso hay días en los que se mueven de Berlín para ofrecer su menú a otras comunidades del país.