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¡PARA LEER! «La farsa bolivariana, militarista y chavista» por Elides Rojas

Dicen los chavistas, maduristas, castristas, comunistas que asaltaron el poder en Venezuela, primero vía intentona de golpe de Estado en 1992 y luego por la vía del voto y con la aprobación de la gran mayoría de los Venezolanos; que vinieron a salvar al país, a los pobres y al mundo. Y la gente creyó en la farsa.

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¿En qué creyó esa masa enorme de votantes? Creyó en los militares. Creyó que por andar de uniforme verde se trataba de gente inteligente, capaz, patriota, nacionalista y verdaderamente comprometida con el país y los venezolanos. Creyó que por portar uniforme militar se trataba de gente seria, honesta, de principios. Incapaz de traicionar a los votantes, al pueblo y mucho menos a los ideales de una nación que se plasman en la Constitución. La gente pensó que por andar por ahí discurseando y tirando pinta haciéndose pasar por militares respetables podrían con solo mover un fusil acabar con el problema de la delincuencia y brindarle al pueblo algo de tranquilidad. La gente asumió que siendo los golpistas gente de armas, estudiosos de la estrategia y disciplinados acabarían de una vez por todo con el terrible desorden de la Administración Pública venezolana y, de paso, entrarle duro al tema de la eficiencia y la gerencia pública. Más de la mitad de la población votante se imaginó que el difunto Chávez, también en su condición de militar era un hombre serio y muy responsable, tanto que fue el que asumió públicamente la responsabilidad por el fallido golpe de Estado del 92, aunque hay que admitir que posteriormente resultó que ese hecho vergonzoso de asaltar el poder a punta de plomo resultó, en efecto, lo único que admitió en el resto de su vida. Muchísima gente pobre creyó que entregándole el poder a unos militares que tradicionalmente en Venezuela provienen de los estratos más pobres por ser una carrera que implica comida gratis, gastos cubiertos y empleo seguro, entenderían muy bien la situación de los menos favorecidos y trabajarían realmente en mejorar la calidad de vida de los barrios, cerros y zonas rurales.

Pero, los de verde resultaron ser una farsa. Terminaron siendo el mayor engaño que haya sufrido país alguno, quitando a Cuba que es en realidad una gran cárcel llena de esclavos. Los que apostaron a la honestidad de los militares se cayeron de esa nube. Son en realidad la generación más corrupta que ha gobernado Venezuela, al punto de que con los mayores ingresos de la historia la dejarán en la más absoluta miseria. Es el gobierno que se ha mantenido más tiempo en el poder quitando al general Gómez, otro militar, y sin embargo dejará unos indicadores sorprendentes en términos de mediocridad y fracaso. A las personas que habían sacado de la pobreza extrema las devolvieron a su miseria a punta de inflación, devaluación, mentiras y corrupción. El fracaso económico, solo por mencionar la razón por la que se derrumban en popularidad y credibilidad, es un ejemplo de cómo destruir a un país. En muchos aspectos Venezuela está peor que Haití y eso ya es bastante decir. Es la farsa chavista, militarista, bolivariana y comunista.

Y lo peor es que no les importa nada.

Por: Elides Rojas / Eluniversal.com

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