La Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) descubrió un artefacto explosivo adherido al tanque de combustible de uno de los vehículos que usaría la comitiva del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante la III Cumbre de la Celac. El carro es un Toyota Sequoia blindado que rentaron días antes del evento los guardaespaldas que realizaron la avanzada donde el mandatario iba a permanecer en suelo nacional y que horas antes dijo en su país que un grupo de terroristas iba a matarlo en Costa Rica. Al parecer un empresario alquiló el auto a una compañía de buses turísticos, que se lo rentó a la embajada venezolana y fueron ellos los encargados de probarlo y presuntamente en esos movimientos nadie sabe cómo le montaron lo que a simple vista era una bomba que explotaría al darle ignición al carro.
Fuentes cercanas a la investigación informaron que una candela estaba pegada al tanque y que hacía pensar que se trataba de dicho artefacto. Luego de una minuciosa revisión se descartó que fuera tal objeto el que le puso los pelos de punta a la seguridad. Mariano Figueres, director de la DIS, confirmó a DIARIO EXTRA el hecho y aseguró que ese vehículo fue decomisado tras la inspección, pues aún no definían si era el que iba a usar el presidente venezolanos. “Dos limusinas fueron traídas por la gente de Venezuela desde días antes, la gente de la avanzada alquiló los carros que se revisaron y se encontró un artefacto casero, no representaba ningún peligro de explosión. Se decidió no usarlo y guardarlo, luego de que concluyó la Cumbre se volvió a una revisión en la Medicatura Forense”, explicó.
La inspección arrojó algunas huellas y residuos de quienes se sospecha pertenecen a los escoltas de Maduro, quienes dejaron el Toyota botado el sábado en el hotel, que se había dicho alquiló todo un piso, luego de que al parecer aseguraran que se lo llevarían. Posteriormente se marcharon a su país sin lograr su cometido, mientras que para la policía costarricense querían montar un show mediático que sustentara las palabras que emitió su presidente ante la prensa nacional e internacional, lo que le daría sustento. Maduro salió del Aeropuerto Juan Santamaría conduciendo un vehículo negro y rompió todos los protocolos que estaban establecidos por la seguridad costarricense, incluso en los semáforos de la terminal aérea se detuvo a saludar a sus simpatizantes que lo vitoreaban a la orilla de la carretera. Celso Gamboa, ministro de Seguridad, dijo que si todo salía bien se graduaban con honores luego de una actividad tan compleja que reúne a presidentes y primeros ministros de Latinoamérica y el Caribe.