Un estudio del grupo especialista del Instituto Kiel para la Economía Mundial, con sede en Alemania, afirma que China se convirtió en el acreedor oficial de los países del mundo, superando sin dificultad alguna al Fondo Monetario Internacional o al Banco Mundial.
Prensa Presidencial (@PresidencialVen)
La nación asiática ha realizado gran parte de sus préstamos a través de dos entidades financieras: el Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportación e Importación de China. Uno de sus mayores deudores “ocultos”, lo que se ha convertido en un problema “particularmente grave”, es Venezuela, seguida de Angola y Zimbabwe.
“Los cuatro los países han recibido grandes cantidades de préstamos bancarios chinos, pero estos préstamos no aparecen en las cifras comunicadas por China al Banco de Pagos Internacionales”, señala el informe.
La experta en deuda Carmen Reinhart, de la Universidad de Harvard, quien recientemente también habló sobre el asunto del compromiso oculto en un foro en Singapur, afirmó que numerosos préstamos tomados de prestamistas chinos debían ser reestructurados o renegociados. Esos prestatarios incluyen Sri Lanka, Ucrania, Venezuela, Ecuador, Bangladesh y Cuba.
La deuda oculta podría ser una complicación para enfrentar la sostenibilidad del compromiso en tales economías en desarrollo si no se está al tanto de las cifras exactas debidas a China, que el Banco Mundial y el FMI han destacado inicialmente. Ese esfuerzo incluye examinar las obligaciones de la deuda de los países y aclarar recomendaciones para una estrategia de endeudamiento que limite el riesgo de sobreendeudamiento.
El ejercicio de China de prestar a esas naciones también difiere de otros prestamistas como el Banco Mundial, lo que añade un reto para ayudarlos a solucionar sus problemas de deudas.
El estudio indicó que aunque las instituciones oficiales conceden préstamos a países en desarrollo a tasas de interés menores a las del mercado, China habitualmente presta a cánones de mercado y a plazos de préstamo más breves.
Además, los chinos regularmente exigen garantías que demandan un reembolso en mercancía, como las exportaciones de petróleo, lo que se agrega al origen oscuro de esos préstamos.
El año pasado, el Banco Mundial se refirió a uno de esos casos de préstamos chinos a Venezuela, que estaban designados en barriles de petróleo.
Aunado a ello, el informe cita que “casi todos los préstamos al exterior de China se extienden a través de entidades estatales chinas y los destinatarios también tienden a ser empresas gubernamentales”.
“Como resultado, los propios países deudores tienen una imagen incompleta de cuánto han pedido prestado de China y en qué condiciones”, explican los expertos en el documento.
Redacción Maduradas con información de La Patilla.
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