El médico infectólogo venezolano y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, Alejandro Risquez explicó que actualmente existen brotes de hepatitis en el país, aunque no se cuenten con cifras oficiales desde hace más de tres años.
Detalló que la vacunación contra la hepatitis B no se encuentra incluida en el programa de inmunización provisto por el régimen de Nicolás Maduro, lo que ha llevado a varias organizaciones científicas y de salud pública a la emisión constante de comunicados para hacer eco de la urgencia sanitaria y lograr insertar la vacunación en los programas inmunitarios.
“Estas vacunas que se colocan en el primer año de edad en los infantes reduce significativamente el resurgimiento de epidemias en la sociedad”, puntualizó.
Especificó que en algunas zonas rurales e indígenas de Venezuela la lista de infección por el virus tipo B se engrosa, ya que tienen menos acceso a la inmunización.
Informó que en la nación se encuentran todos los tipos de hepatitis (A, B, C, D y E), y se deben tomar las medidas higiénicas y terapéuticas adecuadas para tratar a cada una.
Medidas a tomar
Risquez dijo que para evitar la hepatitis A y E la clave está en mejorar el saneamiento ambiental y tener higiene al manipular los alimentos.
Añadió que el virus hepático tipo B se contagia principalmente por mantener relaciones sexuales con personas infectadas, durante el parto (de madre a hijo) y por inyecciones y transfusiones contaminadas.
“Para combatirlo el coito debe efectuarse responsablemente con el uso de preservativos. Al momento de planificar la formación familiar se deben realizar las pruebas pertinentes que descarten la presencia de las referidas infecciones virales”, sentenció.
La hepatitis tipo C se adquiere por el contacto de sangre contaminada, por ejemplo, al compartir agujas o utilizar equipos de tatuajes no esterilizados.
En ese sentido, Risquez expresó que todas las prácticas que se ejecuten con herramientas que perforan el cuerpo humano tienen que hacerse con la mayor precaución posible.
De resultar positiva la prueba serológica que detecta la enfermedad vírica hepática tipo B y C las atenciones médicas deben ser más delicadas a consecuencia de las probabilidades de desarrollar complicaciones graves como: cirrosis hepática y cáncer de hígado. Contrariamente las personas con hepatitis tipo A y E solo necesitan reposo y una buena alimentación para recobrar la salud, en ocasiones el paciente no sabe que ha contraído la enfermedad; y rara vez causa la muerte.
Redacción Maduradas con información de EFE
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