Al menos 24 venezolanos que regresaron a Venezuela en plena pandemia por el COVID-19 fueron recluidos en el complejo hospitalario Dr. José Ignacio Baldó de El Algodonal, luego de haber permanecido aislados durante un periodo en un hotel de Caracas.
Sin embargo, el traslado, según reseñó Caraota Digital, fue más perjudicial que beneficioso, ya que, a pesar de que el nosocomio fue “acondicionado” para atender a los contagiados por el coronavirus, la realidad no es, según los ciudadanos, tal y como han querido señalar autoridades.
“Hemos llorado con esos pacientes allí. Es muy difícil”, lamentó una camarera del lugar.
Además, la alimentación que reciben no es la adecuada. Este lunes 8 de junio llegaron a El Algodonal, metidas en bolsas y cajas de jeringas, arepas de arroz ligadas con caraotas. Denuncian que los encargados de la alimentación envían siete u ocho raciones para 24 personas.
De hecho, ante la llegada de comida fresca y empacada, los contagiados se entusiasman y corren a buscarlas. Este mismo lunes, llegaron alimentos donados por una institución cristiana.
“No llores, por fin vas a comer bien”, le decían a una paciente que rompió en llanto al ver los alimentos.
Como si fuera poco, según dijo un enfermero, el director ordenó que se prohibiera la subida del Metrobús al lugar, ya que temía que los pacientes se escaparan.
Redacción Maduradas
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