El régimen de Nicolás Maduro lleva a cabo una campaña contra la corrupción en la industria petrolera venezolana por la desaparición de miles de millones de dólares en ganancias de envíos petroleros.
A mediados de marzo fueron detenidos 21 empresarios y altos funcionarios en medio de las investigaciones.
La corrupción en Venezuela ha ascendido durante los últimos años, pero rara vez rinden cuentas quienes están en posiciones de poder y cuando esto ocurre se percibe como un tira y afloja entre los más poderosos de gobierno chavista, no como algo imparcial y justo.
«Sería muy difícil incluso para un estado mucho menos corrupto implementar todos los controles necesarios», dijo Francisco Monaldi, un venezolano que dirige el programa de energía para América Latina en el Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice.
En medio del escándalo ha caído Tareck El Aissami, quien renunció a su cargo tras la ola de detenciones, a pesar de que las autoridades no lo han mencionado como un objetivo en la investigación aunque la mayoría de las transacciones turbias ocurrieron bajo su supervisión.
Documentos internos de Pdvsa que obtuvo The Associated Press muestran que a la petrolera estatal se le debían 10,100 millones de dólares en agosto de 2022 de 90 empresas comerciales que en su mayoría son desconocidas y se han convertido en los principales compradores de crudo desde que Estados Unidos impuso sanciones contra Venezuela.
Además, se adudan 13,300 millones de dólares por 241 envíos directos al gobierno nacional por una maniobra contable de Pdvsa en octubre que reasignó la responsabilidad de cobrar las facturas impagas directamente a la administración de Maduro.
La dependencia de Pdvsa de los intermediarios aumentó en 2020 con las sanciones. La mayoría son empresas ficticias registradas en jurisdicciones conocidas por el secreto y esos compradores despliegan los conocidos camiones cisternas fantasmas y los cargamentos son entregados en medio del océano antes de llegar así destino.
Además, para evitar los bancos, Venezuela comenzó a aceptar pagos en rublos rusos, bienes de trueque o criptomonedas.
Algunos analistas consideran que Maduro busca estabilizar la economía de Venezuela antes de las elecciones presidenciales del próximo año.
«Las arcas están vacías y el país está entrando en un año electoral en el que Maduro quiere transmitir el mensaje de que Venezuela ha vuelto a la normalidad«, señaló Geoff Ramsey, miembro sénior del Atlantic Council.
Al mismo tiempo, agregó: «Cuanto más claro quede que la economía permanece en una situación desesperada, más buscará Maduro que la gente tome la culpa».
Redacción Maduradas con información de AP.
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