El 26 de septiembre el Centro Nacional de Comercio Exterior informó que liquidaría 125 millones de dólares a las aerolíneas internacionales que operan en el país. Casi un mes después, solo Lufthansa recibió 19 millones de dólares correspondientes a sus operaciones de febrero de 2014, al resto no le ha liquidado nada más, señaló una fuente. La elevada deuda que mantiene el gobierno con las líneas aéreas, que ronda 3,5 millardos de dólares, ha sido la principal causa de que en lo que va de 2014 las empresas hayan reducido drásticamente frecuencias y asientos al mercado venezolano.
Datos de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela indican que la contracción en butacas alcanzó 50%, mientras que en vuelos llegó a 43%. La elevada merma, evidentemente, limitó la comercialización de pasajes, lo que trajo consigo descensos en la cantidad de boletos emitidos y en los ingresos de las empresas y del Estado, por concepto de impuestos y tributos.
Un informe del sector muestra que en septiembre se emitieron 42% menos pasajes que en ese periodo del año pasado. Esto representa, según el documento, 870 millones de dólares menos en venta. La caída en la comercialización generó que al país dejara de ingresar 15 millones de dólares en impuestos.
Aguas abajo. Pese a que la contracción en las ventas de boletos afecta principalmente a las líneas aéreas y sus trabajadores, las agencias de viajes han resultado grandes perjudicadas. Cifras de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo reflejan que más de 80% de su actividad económica gira entorno a la venta de boletos.
La situación ha ocasionado reducción de personal y cierres de algunas agencias de viajes en muchos lugares del país. “Hemos pasados varias semanas seguidas sin boletos que vender porque las líneas no nos liberan los inventarios”, afirmó otra fuente del sector”, reseñó El Nacional.