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¡REPRESIÓN ROJITA! ULA Táchira sigue asediada por esbirros del régimen y colectivos armados

Grupos de civiles armados mantienen asediados a estudiantes y a la comunidad universitaria de núcleos de Mérida y Táchira de la Universidad de los Andes. Ayer en la tarde, colectivos encapuchados entraron al núcleo universitario Liria de la ULA-Mérida, ubicado en la avenida Las Américas, y dispararon contra estudiantes y personal de la comunidad universitaria, publica El Nacional.

El grupo numeroso de motorizados que usaban franelas rojas y llevaban parrilleros armados penetraron por las distintas entradas de esa dependencia universitaria en la que funcionan las facultades de Derecho, Humanidades y Faces, y dispararon contra las personas que allí se encontraban. A otros los alcanzaron y los golpearon.

ULA- Táchira

ULA- Táchira

Estudiantes, profesores y empleados de esas tres facultades se protegieron en baños y otros espacios durante más de una hora para evitar ser alcanzados por las balas.

Los decanos Alfredo Angulo (Humanidades) y Raúl Huizzi (Faces) ordenaron la evacuación total de esos sitios, ante el terror causado por esas bandas armadas.

Jorge Arellano, presidente de la FCU-ULA, dijo: “Una vez más las bandas armadas oficialistas quieren callar a los estudiantes, pero a pesar de este tipo de acciones se mantendrán en la calle”. Responsabilizó al gobierno de la utilización de bandas contra los estudiantes.

Atrincherados en Táchira

Luego de seis días de presencia constante en los alrededores del núcleo Táchira de la ULA, los piquetes antimotines de la GNB se retiraron. Allí permanecen estudiantes que han respondido a los ataques de los castrenses y de grupos armados que se han identificado como colectivos.

Alfonso Sánchez, vicerrector académico de la ULA-Táchira, relató en una estación de radio local, poco antes del Consejo Universitario que se realizó en Mérida, que “personas extrañas” intentaron entrar el fin de semana a las instalaciones universitarias con la ayuda de los funcionarios de la GNB.

“Tenemos las grabaciones en las que se ve que el viernes en la noche se acercó un grupo de militares, lanzó bombas y servía de cortina para que personas extrañas atacaran la universidad y trataran de abrir la puerta principal con materiales especiales como hierros. Es lamentable, y los militares tienen su responsabilidad, pero no pueden usarlos como escudos para hacerle daño a la universidad”, dijo Sánchez.

En la ULA-Táchira los jóvenes narraron que fueron 25 los que cubrieron a los miembros de colectivos.

La represión continúa

“Hoy (lunes 3 de marzo) es el día siete y seguimos en pie de lucha. Ellos tienen sus horarios establecidos para atacarnos. Comienzan a las 9:00 de la noche y vuelven a las 11:00 de la noche con muchos más militares y empiezan a echar gas y perdigones. A medianoche llegan con los tyraps listos para agarrar a las personas. Hemos conseguido los tyraps armados. Los ataques más duros son las 3:00 y 5:00 de la mañana, cuando ellos creen que estamos dormidos o cansados”, dijo uno de los jóvenes que pidió mantener su nombre en reserva.

Aseguró que han recibido respaldo de buena parte de los habitantes de las cercanías de la universidad, que incluso hacen sonar sus cacerolas para protestar contra los funcionarios; sin embargo, el gobernador de Táchira, José Vielma Mora, aseguró que recibe mensaje de los vecinos que viven cerca de la ULA-Táchira que están obstinados por la situación que se registra, pues no los dejan descansar. “Ellos tienen derecho a transitar libremente, a no escuchar un mortero, un cohetón”, dijo el mandatario regional.

Defienden la autonomía universitaria

Decenas de estudiantes de las facultades de la ULA-Táchira cumplieron hoy una semana atrincherados en la casa de estudios, donde las actividades académicas y administrativas están suspendidas desde el 24 de febrero a raíz del asesinato del joven de 14 años Kluivert Roa, a manos de un funcionario de la PNB. Entre el jueves y el viernes de la semana pasada ha habido varios heridos por los enfrentamientos entre manifestantes, la GNB y colectivos.

Yessika Aranguren, estudiante que permanece en el recinto en actitud de resistencia, aseguró que se mantendrán apostados allí para luchar por la autonomía. “Si no hubiésemos estado aquí nos queman la universidad”, afirmó la joven, quien aseguró que el jueves 26 de febrero los cuerpos de seguridad intentaron incendiar el frente de la universidad y el viernes 27 les arrojaron entre 500 y 700 bombas lacrimógenas.

La protesta va más allá de ir en contra del asesinato de Roa, dice Aranguren. El desabastecimiento y las consecuencias que ha generado la resolución 8610 también motivan a este grupo de estudiantes. Hoy anunciarán varias de sus peticiones y, de cumplirse, están dispuestos a abandonar el campus.

Alrededor de 5.000 estudiantes que hacen vida en la ULA-Táchira se ven afectados por la suspensión de clases. Alfonso Sánchez, vicerrector del núcleo, ha manifestado su apoyo a los jóvenes manifestantes.

Reinaldo Manrique, presidente del centro de estudiantes de la ULA-Táchira, afirmó que la situación en el campus se ha salido de control. Señaló que mientras no haya funcionarios de orden público alrededor del núcleo, el grupo de estudiantes permanece tranquilo. Aranguren señaló que de ser amedrentados y atacados por la GNB y colectivos responderán “como siempre lo hemos hecho”.

Por: ELEONORA DELGADO / LEO LEÓN / El Nacional

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