Oficialmente se agota la «bebida del pueblo». Los trabajadores de Cervecería Polar planta Modelo en Zulia se movilizan por el riesgo de perder sus puestos de trabajo. Y es que hasta julio hay cebada y lúpulo para elaborar la bebida alcohólica. La falta de materia prima levanta temores ante la paralización en agosto de la producción y posible suspensión de sueldos en meses venideros.
José Viera, secretario de organización del Sindicato Bolivariano Socialista de Trabajadores de Cervecería Polar, destacó en rueda de prensa la “realidad». Los entes gubernamentales encargados de liberar las divisas a proveedores adeudan 217 millones de dólares. Por esa razón en los mercados internacionales no envían los insumos a las plantas. No hay crédito.
La Cervecería Polar opera con la producción de las plantas: Modelo, San Joaquín, Los Cortijos y Barcelona. La nómina la comprenden 10 mil personas que laboran en las instalaciones. Solo en Zulia se cuentan 750 cargos directos. Los trabajadores reportan una elaboración semanal de 10 millones de litros. Y otros más de malta.
Viera rechazó que tres sindicatos de 18 organizaciones que agrupa la empresa cervecera pretendan desvirtuar la paralización, y ocultar las verdaderas causas. “El 97 por ciento de los trabajadores que agrupa el gremio cervecero rechazamos el llamado a paro que hacen esos sectores. La verdad es que nos estamos quedando sin materia prima. Hay una inminente paralización”.
Aseguró que las contrataciones colectivas se discutieron. Planta Modelo logró firmar el convenio 2015-2017. La “mayoría de los trabajadores” aprobaron el acuerdo. Y ahora lo que pide es “trabajar” para continuar la producción.
Rodolfo Jiha, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida en el estado Zulia, sentenció que en cuatro semanas se acaban los inventarios que llegaron la primera semana de abril.
El miedo sacude a los trabajadores porque toda la materia prima es importada; hasta las láminas para hacer las latas y chapas.
Recuperar los niveles de producción no es fácil. Los representantes sindicales explicaron que son procesos “complejos”, largos. Solo el barco con carga tardaría 45 días. Desde Europa arriban los lotes más significativos. Luego pasarían semanas para cumplir las fases de maduración, fermentación y cocción de las mezclas para elaborar la bebida.
Fuente La Verdad.